Caminarás por calles centenarias, escucharás leyendas locales y descubrirás detalles que la mayoría de los visitantes pasan por alto—como artistas en plena faena o el aroma del pan recién hecho en callejones escondidos. Esta excursión hace que la Ciudad Vieja de Bakú cobre vida de una manera que ningún libro de viajes puede ofrecer.
Justo después de atravesar la Puerta Doble, sentirás cómo cambia la ciudad. El aire huele ligeramente a piedra y especias, sobre todo si pasas por la pequeña panadería cerca de la entrada—esos panes con sésamo son difíciles de ignorar. Nuestra guía, Leyla, nos empezó a contar historias sobre los muros del siglo XII. Señaló grabados desgastados que yo jamás habría notado por mi cuenta.
Deambulamos por callejones enredados donde la luz del sol apenas toca los adoquines. La Torre de la Doncella se alzaba delante—honestamente, es aún más extraña de cerca que en las fotos. Leyla compartió una leyenda sobre una princesa y su elección imposible; casi podías escuchar el mar si prestabas atención desde la cima. Cerca, nos metimos en el Palacio de los Shirvanshahs. El patio estaba en silencio, salvo por el eco de nuestros pasos y un lejano llamado a la oración que llegaba desde la Mezquita Mohammed.
Algunas esquinas parecían detenidas en el tiempo. Echamos un vistazo al taller de Ali Shamsi—él estaba allí mismo, con pintura en las manos, charlando con un vecino sobre el partido de fútbol de anoche. El Museo de Libros en Miniatura es fácil de pasar por alto pero vale la pena; estanterías llenas de libros diminutos, algunos más pequeños que mi pulgar. Terminamos cerca del Jardín Filarmónico (los locales aún lo llaman Jardín del Gobernador), donde ancianos jugaban al backgammon bajo castaños y gatos descansaban por todas partes—alguien incluso les construyó un pequeño monumento.
Sí, es un paseo tranquilo y totalmente accesible—incluso carritos de bebé y sillas de ruedas son bienvenidos. Hay muchos lugares para descansar durante el recorrido.
Normalmente unas 2 horas, pero puede alargarse un poco si la gente quiere quedarse más tiempo en ciertos sitios o hacer más preguntas.
Tendrás tiempo en paradas clave—como la Torre de la Doncella o los puestos de souvenirs—para mirar con calma o hacer fotos antes de continuar.
Esta excursión incluye un guía local amable que habla inglés o ruso con fluidez. Se visitan todos los sitios principales y la accesibilidad no es problema—sillas de ruedas y carritos son bienvenidos en todo el recorrido.
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