Comienza tu día con recogida en hotel en Beijing y un cómodo viaje a la Gran Muralla de Mutianyu con un chofer que habla inglés y te ayuda con los tickets y horarios. Explora las torres antiguas a tu ritmo, caminando o en teleférico, y luego relájate con un almuerzo cerca. Habrá espacio para momentos tranquilos — y quizás alguna sonrisa también.
“Sin prisa, tómense su tiempo. Yo los espero aquí abajo,” nos dijo nuestro chofer, el señor Zhang, sonriendo mientras nos entregaba botellas de agua en la entrada de Mutianyu. Nos había recogido justo en nuestro hotel en Beijing, apenas amanecía (yo aún medio dormido), y logró que el trayecto de hora y media se sintiera como un paseo tranquilo en vez de una típica excursión turística. La ciudad quedó atrás, y poco a poco aparecieron colinas cada vez más verdes y empinadas al avanzar hacia el norte. Recuerdo cómo cambió el aire — olía fresco y a pino cuando finalmente bajamos del coche.
La Gran Muralla de Mutianyu es mucho más tranquila de lo que esperaba. Casi teníamos el camino para nosotros solos, salvo por algunas familias locales y personas mayores que parecían haber recorrido ese tramo cientos de veces. Nuestro chofer nos ayudó a comprar los tickets para el teleférico (yo no me animé a bajar en el tobogán — la próxima vez tal vez) y nos señaló las torres con las mejores vistas antes de despedirse. Subir esos escalones de piedra fue casi una experiencia meditativa; allá arriba se siente un silencio especial, roto solo por el canto de los pájaros o alguna risa lejana. Mis manos no dejaban de rozar la superficie rugosa del muro — fría incluso en verano. Es imposible no pensar en todas las personas que lo construyeron o lo protegieron, aunque luego te distrae un niño que pasa corriendo con un bocadillo que huele a sésamo.
Nos tomamos todo el tiempo que quisimos — nadie nos apuró ni intentó vendernos nada. Al bajar, había un pequeño restaurante donde comimos unos fideos (a cuenta propia), todavía con polvo de la caminata. El señor Zhang charló rápido en mandarín con el dueño y luego me tradujo mi torpe pregunta sobre qué sopa estaban preparando (se rió cuando intenté decirlo yo mismo). De regreso a Beijing, me quedé dormido un rato mientras la luz del sol se colaba por la ventana. Es curioso cómo algo tan antiguo puede dejarte con una sensación de paz por dentro.
Está a unos 70-75 kilómetros del centro de Beijing, aproximadamente una hora y media en coche según el tráfico.
Sí, tu chofer que habla inglés te recogerá directamente en tu hotel o en otro punto acordado en Beijing.
Puedes decidir la hora de salida; se recomienda salir temprano fines de semana o festivos para evitar aglomeraciones.
Sí, las entradas y el pase VIP están incluidos en la reserva.
No incluye almuerzo; cerca de la muralla hay restaurantes donde puedes comer por tu cuenta.
Tu chofer habla inglés y te ayuda con la logística, pero no ofrece guía turística durante la visita a la muralla.
No, pero tu chofer puede ayudarte a comprarlos si quieres.
Sí; los niños menores de 5 años entran gratis y se pueden solicitar asientos para bebés con anticipación.
Tu día incluye transporte privado en vehículo con aire acondicionado y agua embotellada, recogida flexible en hotel (o aeropuerto/estación), todas las entradas y pase VIP para la Gran Muralla de Mutianyu, ayuda para comprar tickets de teleférico o tobogán si los quieres, y un chofer en inglés que hace todo sencillo para que vuelvas cómodo y a tu ritmo.
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