Si quieres sentir realmente Cartagena —no solo verla— este taller de baile es tu pase de entrada. Aprenderás salsa y champeta con locales, disfrutarás un cóctel y saldrás sudado, feliz y quizás un poco más seguro en la pista de baile.
Al entrar al estudio, escuchas la música antes de ver la pista de baile: esos ritmos rápidos de salsa rebotando en las viejas paredes de ladrillo, mezclados con el suave aroma a aceite de coco en el cabello de alguien. Nuestra instructora, Camila, nos recibió con una sonrisa y nos entregó cócteles bien fríos (el mío tenía una rodaja de lima fresca flotando encima). Era justo lo que necesitaba para sacudir el calor pegajoso de Cartagena y soltar los hombros.
Empezamos despacio, calentando con algunos movimientos que al principio se sentían extraños: caderas que giran, hombros relajados, pies deslizándose sobre las baldosas frescas. Camila explicó que la salsa no es solo pasos; es sentir el ritmo en los huesos. Marcó el compás con las palmas y de repente pude distinguir la campana y la trompeta en la música. Aunque tengas dos pies izquierdos, te verás sonriendo mientras le vas agarrando el ritmo.
Después de una hora de giros y risas en salsa (y algunos tropiezos), pasamos a la champeta. La energía cambió: más rápida, más fuerte, todos moviéndose juntos como una ola. Las raíces de la champeta son profundas aquí; Camila nos contó historias sobre sus influencias africanas mientras nos enseñaba a soltarnos y simplemente movernos. Había agua embotellada a mano —créeme, la vas a necesitar— y al final, mi camiseta se pegaba a mi espalda, pero no me importaba. Todo el lugar vibraba de vida.
¡Por supuesto! No se necesita experiencia; nuestros instructores desglosan cada movimiento paso a paso para que todos puedan participar.
Lo ideal es un look casual pero cómodo, que te permita moverte con facilidad. Zapatillas o zapatos planos son perfectos.
¡Sí! Los niños son bienvenidos siempre que estén acompañados por un adulto. También es una actividad divertida para familias.
Sí, el estudio es completamente accesible para sillas de ruedas y cochecitos. Queremos que todos se sientan incluidos.
Tu lugar incluye un cóctel de bienvenida para empezar, agua embotellada durante toda la clase para que te mantengas hidratado, además de toda la instrucción de nuestros amables profesores locales. Solo trae tu energía —¡nosotros nos encargamos del resto!
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