Comenzarás tu clase de surf en Tamarindo aprendiendo técnica en tierra antes de lanzarte al Pacífico para practicar en el agua—¡caerse es parte de la diversión! Con un instructor local certificado y análisis en video, reirás tus errores mientras tomas café y saldrás más valiente que cuando llegaste.
Con las manos hundidas en la arena, intentaba imitar el movimiento de remar tal como nos enseñó Diego—él ya había bromeado diciendo que mi “pop-up” parecía más una lagartija en cámara lenta. Nuestra clase de surf en Tamarindo no empezó en las olas, sino reunidos bajo la sombra de unas palmeras viendo una presentación digital, mientras tomábamos un café fuerte con un toque ahumado. La verdad, al principio dudaba de aprender en tierra, pero todo cobró sentido cuando Diego explicó que el cerebro tiene que ponerse al día antes que el cuerpo pueda hacer algo bien. Se rió cuando le pregunté si no se cansaba de explicar “lo básico”—y al parecer no, porque lleva años enseñando aquí.
Después de practicar sobre las tablas en la arena (mis rodillas aún guardan arena), finalmente nos lanzamos al agua. La playa estaba animada pero sin agobios—niños corriendo, alguien vendiendo fruta cerca. El Pacífico se sentía más fresco de lo que esperaba al rozar mis tobillos. Diego no paraba de animarnos (“¡más rápido!”) mientras nos turnábamos para atrapar olas pequeñas. Hay un momento mágico cuando logras ponerte de pie, aunque sea por dos segundos, y el corazón se te acelera. Me caí al menos seis veces, pero no me importó; todos reíamos, incluso el tipo a mi lado que claramente ya tenía experiencia.
Más tarde, en la academia, vimos clips cortos de video de nuestra sesión—me dio un poco de vergüenza ver mis brazos moviéndose sin control, pero también noté un progreso real. Diego señaló detalles que ni sentí (“¡mira tus pies aquí!”). Cerramos con otra ronda de café y anécdotas sobre nuestras primeras caídas. Me fui con arena en la ropa, cansado pero con una extraña sensación de orgullo. Todavía recuerdo ese instante fugaz de haberme puesto de pie, incluso ahora.
Sí, las tablas y el equipo necesario están incluidos en la clase.
Sí, los instructores usan videos para mostrarte tu progreso después de practicar en el agua.
Durante la clase en la academia se sirve café.
Sí, están diseñadas para todos los niveles y los principiantes son bienvenidos.
Sí, las instalaciones son accesibles y cuentan con asientos especiales para bebés.
No se especifica el tiempo exacto, pero incluyen práctica en tierra, en agua y revisión.
Los bebés pueden ir en cochecito y hay asientos especiales disponibles para ellos.
Tu día incluye todo el equipo necesario—tabla, leash, lycra—además de agua fresca y casilleros seguros para tus cosas. El café se sirve durante las pausas en la academia, antes y después de surfear.
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