Te sumergirás en aguas iluminadas por velas en el Hammam Al Ándalus de Madrid, pasando por piscinas calientes y frías antes de relajarte con té de menta ilimitado. Un terapeuta local te dará un suave masaje de 15 minutos con aceites aromáticos. Con tiempo para flotar, beber té y empaparte de tradiciones centenarias, será una experiencia que recordarás mucho después de dejar atrás las calles de la ciudad.
Para ser sincero, casi me salto los baños árabes en Madrid porque pensé: “¿En qué se diferenciará de un spa normal?” Pero resultó ser algo totalmente distinto. En cuanto entré en Hammam Al Ándalus, el ambiente cambió: cálido y cargado con ese aroma dulce a hierbas (¿menta? ¿eucalipto? algo que no supe identificar). Velas por todas partes, parpadeando a lo largo de esos pasillos de azulejos que me hicieron sentir como si hubiera viajado a otro siglo. Mi amiga me dio un codazo y susurró: “Aquí hay más silencio que en una biblioteca.” Tenía razón, hasta el sonido del agua era suave.
Fuimos pasando de una piscina a otra — caliente, fría y templada — y la verdad, mi piel se sentía extrañamente viva después de cada inmersión. En un momento me quedé flotando boca arriba, mirando las luces del techo difuminarse entre el vapor. Una mujer local se sirvió té de menta de una pequeña tetera de plata y me sonrió cuando intenté hacer lo mismo (derrámé un poco; ella no se rió, pero sus ojos sí). Nuestro guía explicó que estos baños tienen raíces que se remontan a la época mora, lo que tenía sentido con todos esos arcos y mosaicos. Fácil olvidar que sigues en pleno centro de Madrid.
El masaje duró solo quince minutos pero se sintió más largo — quizá por los aceites que usaron (¿cítricos?). Mi masajista no dijo mucho, solo preguntó si la presión estaba bien. Después, mis brazos se quedaron con un cosquilleo que duró un buen rato. Nos sentamos envueltos en toallas, tomando más té antes de salir a la luz de la calle. Me costó un rato volver al ruido y el tráfico habituales — a veces aún recuerdo esa cálida tranquilidad cuando Madrid se siente demasiado ruidosa.
Sí, debes traer tu propio bañador para la sesión en los baños árabes.
La edad mínima para acceder a Hammam Al Ándalus es de 5 años.
Incluyen toallas, gel de ducha, champú, peines y secadores durante tu visita.
No, no es posible elegir; los terapeutas se asignan según disponibilidad, pero todos son profesionales cualificados.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas para llegar fácilmente.
La experiencia incluye un masaje de 15 minutos realizado por un masajista experto.
Tu sesión incluye acceso a Hammam Al Ándalus en Madrid con tres piscinas termales y baño de vapor, té de menta y agua ilimitados durante toda la estancia, uso de toallas, gel de ducha y champú para refrescarte después, además de un relajante masaje de 15 minutos con aceites aromáticos para que salgas más ligero que cuando entraste.
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