Madrid centro: alquiler de bici con casco y mapa incluidos

4.90

(39 reseñas)

¿Cómo es la experiencia?

Lo primero que noté fue el murmullo, no de coches, sino de voces que rebotaban en las calles estrechas cerca de Puerta del Sol. Al recoger mi bici en la tienda Trixi (está en c/ de los Jardines, fácil de encontrar si no te distraes con el olor a pasteles), me sentí un poco raro poniéndome el casco. El personal me dio un mapa y marcó algunos puntos, sonriendo cuando pregunté por atajos para llegar al Retiro. “Solo sigue las señales verdes”, me dijo uno, tocando el papel como si fuera un mapa del tesoro.

Me gustó que no había prisa, solo yo y la ciudad, decidiendo a dónde ir. El soporte para el móvil en el manillar fue súper útil (normalmente me pierdo con las direcciones), así que pude mirar la ruta sin tener que parar cada dos por tres. En un momento, me detuve en la Plaza Mayor solo porque escuché a alguien tocando la guitarra y quise quedarme un rato. El aire olía a café y algo dulce, ¿churros tal vez? Es curioso cómo se nota más cuando no estás atrapado tras un cristal.

El centro de Madrid ahora está limitado a residentes y transporte público, así que andar en bici se siente seguro, incluso con niños cerca (vi otra familia con un peque en uno de esos asientos para bebés). Si piensas en una escapada en bici por Madrid, ten en cuenta que puedes parar donde quieras: parques si vas con peques, o rincones tranquilos si necesitas un respiro. Mis piernas estaban hechas gelatina después de una hora, pero la verdad es que seguí porque se siente genial recorrer la ciudad así. Todavía recuerdo esa brisa bajando por Gran Vía.