Recorre 14 salas del Museo Erótico de Barcelona con audioguía y una copa de cava en mano. Ríe, descubre detalles sorprendentes de más de 800 piezas, recibe la ayuda amable del personal y llévate un souvenir original—y tal vez una nueva forma de ver lo que es “normal”.
Ya nos estábamos riendo antes de siquiera sacar las entradas en el Museo Erótico de Barcelona — es imposible no hacerlo, sobre todo cuando un maniquí gigante en lencería te guiña un ojo desde la ventana. El personal nos entregó las audioguías y una copa de cava bien fría (¿champán? casi lo mismo), que la verdad me ayudó a relajarme antes de ver lo que nos esperaba. El lugar tiene un aroma dulce y sutil, como a madera vieja y algo floral que no logré identificar. Se escuchan murmullos en varios idiomas mientras recorres la primera sala — me sentí tímido pero, a la vez, como en casa.
No esperaba aprender tanto sobre cómo el arte erótico está en todas partes — desde estatuas romanas, grabados japoneses shunga, hasta unos aparatos victorianos que nos hicieron reír a carcajadas. La audioguía fue sorprendentemente sincera; señalaba detalles que seguro me habrían pasado desapercibidos (como un cuadro que escondía más de lo que mostraba). En un momento, mi pareja intentó pronunciar “Museu de l’Erotica” como un local y lo dijo fatal — la mujer en la entrada solo sonrió y lo corrigió con cariño. Aquí parecen acostumbrados a que los turistas se pongan nerviosos, lo cual es bastante tranquilizador.
Cuando llegamos a la última sala (son catorce en total), me sentí abrumado por lo abierta que es Barcelona con todo esto. Hay algo liberador en ver siglos de sexualidad expuestos sin vergüenza ni tabúes — y encima te llevas un souvenir divertido al salir. Nos fuimos debatiendo cuál pieza nos había gustado más (yo soy del equipo del vaso griego antiguo; él prefirió la escultura iluminada con neón), pero lo que más me quedó fue lo natural que todo se sentía al final. Quizás eso es lo que más me marcó.
La edad mínima para entrar es 16 años.
Tu entrada incluye acceso al museo, audioguía, una copa de cava gratis y un souvenir.
El museo exhibe más de 800 piezas repartidas en 14 salas únicas.
Sí, hay opciones de transporte público cerca.
Sí, los animales de servicio están permitidos dentro del museo.
Los bebés y niños pequeños pueden entrar si van en cochecito, pero deben estar acompañados por adultos mayores de 16 años.
No se especifica; consulta directamente con el museo para opciones de reserva previa.
Sí, la entrada incluye una audioguía.
Tu visita incluye acceso a las 14 salas del Museo Erótico de Barcelona, uso de una audioguía informativa durante el recorrido, una copa de cava para disfrutar mientras exploras y un souvenir para llevarte a casa—además de un equipo amable listo para ayudarte en cualquier momento.
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