París / Torre Eiffel: Tour Nocturno en Sidecar Vintage con Champagne

4.88

(48 reseñas)

¿Cómo es la experiencia?

Lo primero que noté fue el suave rugido del motor del sidecar resonando en los adoquines cerca del Café de Flore — y luego, sinceramente, cómo los parisinos apenas levantaban la vista mientras pasábamos. Nuestro guía, Pierre (que llevaba bufanda aunque no hacía tanto frío), nos sonrió y gritó por encima del hombro señalando la mesa favorita de Simone de Beauvoir. Intenté imaginarla allí, con un cigarrillo en mano, pero sobre todo me concentraba en no perder el casco por el viento.

Recorrimos calles estrechas que olían a pan recién hecho y algo dulce — ¿quizás castañas? La ciudad se veía distinta desde tan bajo, con los faros reflejándose en el pavimento mojado. En Place Vendôme, Pierre se detuvo para que hiciéramos fotos; nos contó sobre la columna de Napoleón y también nos señaló una pequeña panadería que le encanta para comprar pain au chocolat. Era como que un amigo que realmente vive aquí nos mostraba la ciudad, no solo un guía recitando datos. La palabra clave aquí es tour nocturno en sidecar por París, pero la verdad es que no se sentía como un “tour” en absoluto.

No esperaba reír tanto — sobre todo cuando mi pareja intentó pronunciar “Galerie Vivienne” y Pierre le gastó una broma con cariño. Paramos en Montmartre justo cuando se encendían las luces de la ciudad; hubo un momento en que todo quedó en silencio salvo la música lejana y risas que llegaban desde un bar cercano. Tenía las manos heladas, pero no me importaba. La copa de champagne frente a la Torre Eiffel sabía más intensa de lo habitual — quizá porque nos la habíamos ganado tras abrirnos paso entre el tráfico como locales. Hay algo en ver París así que se queda contigo.