Empezarás justo en la playa Agia Anna con un instructor local que te guía en cada paso, incluso si nunca has usado equipo de buceo. Agua cristalina, entrada fácil desde la orilla, todo el equipo incluido y una explicación sencilla de seguridad antes de sumergirte hasta seis metros. Rápido perderás esos nervios iniciales y, si tienes suerte, hasta verás un pulpo.
Lo primero que noté fue cómo se sentía el traje de neopreno—un poco ajustado y raro, pero también como si estuviera a punto de vivir algo real. En Nima Diving Center, justo en la playa de Agia Anna, se escuchan las olas incluso desde la pequeña tienda donde conocimos a nuestro instructor, Yiannis. Sonrió cuando me vio batallar con la máscara (parece que a todos les pasa la primera vez). El aire tiene ese toque salado y el olor a protector solar está por todas partes, lo que me llevó directo a los veranos de niño.
Nos sentamos para una charla rápida sobre seguridad—nada complicado, solo lo justo para no sentirme perdido. Yiannis explicó todo paso a paso (su inglés a veces es mejor que el mío), y se aseguró de que hubiéramos completado la app de PADI antes de venir. Me gustó que preguntara por la talla de zapatos y la altura; te hace sentir menos como un número. El equipo parecía intimidante al principio, pero una vez puesto, me sentí invencible—como si pudiera entrar al mar sin preocuparme de nada, salvo quizás pisar una concha.
Entrar al agua desde la orilla fue más suave de lo que esperaba. El mar estaba fresco pero nada frío, y al sumergirme se escucha un silencio amortiguado—de repente solo queda tu respiración y destellos de peces plateados que pasan rápido. Solo bajamos unos seis metros, pero ya parecía otro mundo. En un momento Yiannis señaló un pequeño pulpo escondido entre las rocas; intenté saludarlo (no sé por qué) y casi pierdo la boquilla de la risa bajo el agua. Esa imagen se me quedó grabada—cómo las cosas pequeñas se ven diferentes cuando flotas sobre ellas en vez de estar parado en la arena.
Después, quitarme el traje fue una sensación extraña pero satisfactoria. El pelo hecho un lío y las manos con olor a algas por horas, pero la verdad es que lo haría otra vez solo por esa calma bajo el agua. No se trata de ser experto—es más sobre descubrir qué hay bajo la superficie por primera vez.
Sí, está pensado especialmente para principiantes sin experiencia previa.
La inmersión es desde la orilla en la playa Agia Anna, en la isla de Naxos.
Se bucea hasta un máximo de 6 metros frente al centro de buceo.
Solo necesitas tu móvil, toalla, bañador y proporcionar talla de calzado, camiseta, altura y peso antes de llegar.
Sí, el uso completo del equipo de buceo está incluido en la reserva.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para silla de ruedas.
Debes rellenar un formulario médico y completar una breve sección de eLearning en la app de PADI antes de la actividad.
No se recomienda para embarazadas ni personas con problemas cardiovasculares.
Tu día incluye uso completo del equipo de buceo y una charla relajada de seguridad en Nima Diving Center, en la playa Agia Anna; solo trae tu bañador (y buen humor) antes de lanzarte a tu primera inmersión guiada desde la orilla con un instructor local experimentado.
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