Taj Mahal y Fuerte de Agra: Excursión Privada desde Delhi en Coche

4.98

(147 reseñas)

¿Cómo es la experiencia?

Lo admito — no esperaba que el viaje de Delhi a Agra fuera tan sorprendentemente relajante. Había una neblina temprana sobre los campos, y nuestro conductor (Rajesh) tenía una lista de canciones clásicas de Bollywood sonando bajito. Miraba por la ventana, medio dormido, y de repente apareció el río Yamuna y esa primera vista del Taj Mahal asomándose entre la bruma matutina. Es casi irreal cómo está ahí, como si te estuviera esperando.

Nuestro guía, Aarav, nos recibió con una sonrisa tranquila y un paraguas (que no creí necesitar, pero vaya sol). Nos contó historias sobre Shah Jahan y Mumtaz que hicieron que el mármol dejara de ser una postal para convertirse en un relato de amor y desamor. El mármol se siente más frío de lo que imaginaba al tocarlo — suave pero sin ser resbaladizo. Había familias posando para fotos por todos lados, pero en algunos rincones se sentía un silencio especial. Aarav nos mostró detalles en los incrustados — pedacitos diminutos de lapislázuli — y traté de imaginar cómo sería tallar algo tan pequeño sin estropearlo.

Después del almuerzo (picante, pero justo en su punto — nos preguntaron qué preferíamos), paseamos por el Fuerte de Agra. Las paredes de arenisca roja se sienten más rugosas al tacto que el mármol del Taj. Se ven balcones pequeños donde seguro se asomaban personas hace siglos. En un momento, un grupo de niños de la escuela nos saludó y practicó su inglés (“¿De dónde son?”). Fue divertido — se rieron cuando respondí. El coche privado nos esperaba con botellas de agua fría, un pequeño lujo después de tanto caminar.

La última parada fue la tumba de I'timad-ud-Daulah, conocida como el Baby Taj. Aquí todo es más tranquilo; se oyen más los pájaros que las voces. Los jardines tienen un aroma dulce, ¿jazmín tal vez? Caminamos despacio porque nadie nos apuró. De regreso a Delhi, no dejaba de pensar en lo distinto que se siente cada lugar, aunque estén tan cerca. Todavía me cuesta creer que los vi todos en un solo día.