Si quieres saborear la Toscana más allá de Florencia, esta excursión privada te lleva directo a las legendarias canteras de mármol de Carrara y te permite recorrer a tu ritmo los coloridos pueblos de Cinque Terre. Verás dónde Miguel Ángel encontró su piedra, probarás delicias locales en Colonnata y disfrutarás la vida junto al mar, todo con un guía amable y sin multitudes.
Lo primero que me llamó la atención al subir por los Alpes Apuanos fue cómo la luz rebotaba en esos acantilados de mármol blanco, casi demasiado brillante para mirar directamente. Nuestro guía, Marco, señaló un camino polvoriento que serpenteaba hacia la cantera. Nos contó que el mismísimo Miguel Ángel caminó por aquí, eligiendo bloques para sus esculturas. Aún se pueden ver profundas marcas de los antiguos carros en la piedra. Si eres cinéfilo, quizá reconozcas el lugar de esa loca escena de persecución en Quantum of Solace—sí, realmente es aquí.
Nos ofrecieron cambiar a un 4x4 para acercarnos más a la cantera. Es ruidoso—máquinas triturando, camiones retumbando—y se percibe un leve aroma a polvo de piedra en el aire. Los trabajadores nos saludaban al pasar; uno incluso se detuvo para mostrarnos un trozo de mármol en bruto con vetas grises. Es un poco surrealista pensar que de aquí salió el mármol para el David.
De bajada, hicimos una parada rápida en Colonnata. Todo el pueblo huele ligeramente a hierbas y grasa de cerdo—suena raro, pero en realidad es acogedor. Hay una tiendita en la plaza que vende Lardo di Colonnata cortado finísimo sobre pan caliente. Nunca había probado algo así; cremoso, salado, casi dulce.
Al mediodía llegamos a Cinque Terre. Lo primero que te impacta son los colores: casas apiladas como bloques de juguete en tonos rosas y amarillos sobre colinas verdes. Paseamos por las estrechas calles de Vernazza—niños jugando al fútbol cerca del puerto, ropa tendida ondeando arriba. Aquí no hay coches; solo pasos que resuenan en las piedras antiguas y el sonido de las olas golpeando los barcos de pesca. Si necesitas un descanso, date un gelato en Gelateria Vernazza—se derrite rápido bajo el sol, pero vale la pena.
Esta excursión no se recomienda para personas con movilidad reducida debido al terreno irregular y los escalones tanto en las canteras como en los pueblos de Cinque Terre.
Sí, según disponibilidad y condiciones meteorológicas, puedes optar por un minivan o un vehículo 4x4 para la visita a la cantera.
No se incluyen comidas, pero hay muchos lugares locales en Colonnata o Cinque Terre donde puedes probar algo delicioso.
Vístete cómodo con calzado resistente—hay que caminar por terreno irregular—y lleva capas porque el clima puede cambiar rápido cerca de la montaña y el mar.
Tu excursión privada de un día incluye transporte ida y vuelta desde Florencia en minivan o vehículo privado con aire acondicionado, agua embotellada para mantenerte hidratado, Wi-Fi gratis a bordo para compartir fotos al instante, además de un conductor-guía amable que conoce todas las mejores historias locales. Si es necesario, hay asientos especiales para bebés.
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