Amasa la masa, disfruta vino local, ríete de tus intentos con el italiano y crea gelato auténtico desde cero en un estudio luminoso en Milán con un chef local que te guía paso a paso. Prepárate para momentos prácticos, historias detrás de cada ingrediente y esa sensación cálida cuando todos se sientan juntos a probar sus creaciones.
Jamás pensé que sería capaz de lanzar masa de pizza al aire sin que se me cayera al suelo, pero ahí estábamos, en pleno centro de Milán, con harina por todos lados, riendo con desconocidos que al final parecían amigos de toda la vida. Nuestro chef, Marco (insistía en que lo llamáramos simplemente Marco), tenía ese don de hacer que todos parecieran expertos en cocina. Nos enseñó a amasar la masa justo como debía ser — ni muy dura ni muy blanda — y, la verdad, mis manos olieron a aceite de oliva por horas después. Y no me molestó para nada.
Mientras nuestras pizzas reposaban (Marco decía que la masa necesitaba “una pequeña siesta”), disfrutamos de un vino Diadema y probamos aceites de oliva que tenían un sabor mucho más interesante que cualquiera que haya comprado en casa. Al lado mío había una familia de Londres; la más pequeña estaba decidida a hacer una pizza con piña. Marco fingió desmayarse dramáticamente — humor italiano en estado puro — pero al final la ayudó. Ese momento me sacó una sonrisa. Todo el estudio vibraba con gente intentando frases en italiano, equivocándose la mitad de las veces (yo incluida), pero a nadie le importaba.
Hacer gelato fue más divertido de lo que esperaba. El aroma del chocolate derretido mezclándose con la crema era casi hipnótico, y darle forma a mi propio cucurucho resultó ser más complicado de lo que parecía en la demostración de Marco. Mientras batíamos, nos contó sobre los sabores favoritos de su abuela — avellana siempre. Cuando finalmente nos sentamos a comer lo que habíamos hecho, se sintió menos como una clase y más como una gran comida familiar en pleno Milán. Todavía recuerdo esa primera mordida de pizza caliente recién salida del horno… quizás porque la mía tenía una forma rara, pero sabía perfecta igual.
Sí, es ideal para familias y los niños pueden participar haciendo pizza y gelato.
No hace falta experiencia, ¡solo ganas! El chef guía a todos paso a paso.
Sí, el vino es ilimitado para adultos y hay refrescos para los niños.
Sí, si prefieres pasta, puedes seleccionar la opción de Clase de Pasta y Gelato al reservar.
No, lamentablemente esta experiencia no es apta para celíacos ni dietas sin gluten.
La escuela está en el centro de Milán, con fácil acceso en transporte público.
Sí, te entregarán un recetario digital para que puedas repetir todo en casa.
No, no se permiten mascotas en esta actividad.
Tu día incluye todos los ingredientes y utensilios para preparar pizza y gelato (o pasta si eliges), un delantal para usar durante la clase, vino ilimitado para adultos y refrescos para niños, la guía de un chef local amable en un moderno estudio en el centro de Milán, degustación de aceites de oliva premium mientras la masa reposa, sentarse juntos para disfrutar tus creaciones hechas a mano al final—y te llevarás a casa un Certificado de Participación junto con recetas digitales para repetirlo cuando quieras.
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