Recorre las calles antiguas de Roma en carrito, deteniéndote para escuchar historias en el Circo Máximo y la Piazza Venezia, antes de bajar al silencio fresco de las Catacumbas con un guía local. Risas, momentos inesperados y un vistazo a la vida cotidiana romana entre sitios famosos: una experiencia que se queda contigo mucho después de volver a la superficie.
Nunca imaginé que estaría paseando por la Vía Apia en un carrito de golf, pero ahí estábamos: seis personas más nuestro guía, Paolo, que no paraba de gesticular mientras nos contaba sobre emperadores y piedras milenarias. La ciudad se sentía distinta desde ese ángulo; más tranquila, aunque el ruido del tráfico se colaba entre los árboles. Paramos en el Circo Máximo y traté de imaginar las carreras de carros; la verdad, fue más fácil después de que Paolo hiciera su mejor imitación de “ánimo romano”. No sé si sea históricamente exacto, pero nos sacó una buena carcajada.
El ambiente cambió al llegar a las Catacumbas de Roma. Se volvió más fresco, casi húmedo, y la luz se fue apagando mientras seguíamos a un guía del Vaticano por esos túneles estrechos. Mis zapatos raspaban el suelo de piedra antigua, y el eco rebotaba extraño en las paredes. Alguien susurró (no sé quién), y sonó como un secreto que no debías oír. No dejaba de pensar en todos esos siglos que descansaban encima nuestro. La visita a las catacumbas duró unos 45 minutos pero, sinceramente, parecía que el tiempo se doblaba sobre sí mismo allí abajo.
Al salir, el sol me dio en la cara con tanta fuerza que tuve que entrecerrar los ojos un buen rato. Cambiamos de asiento —Paolo insistió en que todos tuviéramos la oportunidad de ir mirando hacia adelante— y seguimos rodando junto a la Pirámide de Cayo Cestio (que se ve mucho más fuera de lugar de lo que esperaba) y cruzamos la Piazza Venezia. Cerca de la Bocca della Verità, una señora mayor nos saludó desde su balcón y Paolo le respondió como si fueran viejos amigos. Quizá lo sean. O tal vez así es Roma: todos forman parte de la historia, aunque sea por un instante.
La duración total es de 3 horas, incluyendo paradas para fotos y explicaciones guiadas.
Sí, el precio incluye la entrada a las Catacumbas.
El tour inicia y finaliza en Via Cavour 138, en Roma.
El máximo es de 14 personas, divididas en dos carritos que viajan juntos.
Sí, todos los participantes reciben auriculares para escuchar bien al guía en calles concurridas o túneles silenciosos.
No, algunas paradas son solo para fotos y explicaciones; la entrada depende de las filas o eventos del momento.
Sí, se incluye agua embotellada para todos los invitados.
Sí, los bebés y niños pequeños pueden ir en cochecito o carrito.
Tu día incluye agua embotellada para mantenerte hidratado, entradas para explorar las Catacumbas de Roma con un guía oficial del Vaticano o sacerdote, uso de auriculares para no perder detalle de las historias en calles y túneles, además de rotación de asientos en cómodos carritos de golf mientras recorres monumentos antiguos y regresas al punto de partida en Via Cavour 138.
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