Disfruta un auténtico vino toscano durante el almuerzo en San Gimignano, recorre las calles medievales de Siena con un guía local y contempla de cerca la Torre Inclinada de Pisa — todo en una intensa y divertida excursión de un día desde Florencia. Prepárate para risas con vinos mal pronunciados y momentos de calma en catedrales milenarias que te quedarán grabados.
Lo primero que me llamó la atención en Pisa fue el césped — parecía demasiado verde, como si alguien lo hubiera pintado. Nuestra guía, Marta, nos llevó directo al Campo de los Milagros, donde la Torre Inclinada realmente se inclina más de lo que imaginas (mis fotos salieron todas torcidas). Se olía un leve aroma a piedra antigua y algo dulce que venía de una panadería cercana. Marta nos contó que la catedral tardó siglos en terminarse — yo no podía dejar de mirar las tallas de mármol mientras hablaba. Tenía esa habilidad de contar pequeñas historias sobre el orgullo pisano que me sacaban una sonrisa.
Después de Pisa, cruzamos colinas que parecían sacadas de un cuadro. Los cristales del autobús se empañaron un momento al pasar por una niebla ligera — limpié el mío justo a tiempo para ver filas de cipreses y esos pueblitos diminutos aferrados a las cimas. El almuerzo en San Gimignano fue animado y acogedor: largas mesas de madera, copas brindando, pan con aceite de oliva que tenía un toque picante. La cata de vinos me sorprendió (cuatro tipos — perdí la cuenta después del segundo). Alguien en la mesa intentó pronunciar “Vernaccia” y todos nos echamos a reír. Al pasear luego, las torres proyectaban sombras extrañas sobre la plaza. Parecía que el tiempo se había detenido allí.
Siena fue la última parada. Seguimos a nuestra guía local por calles estrechas donde la ropa colgaba entre ventanas y los viejos discutían en voz baja fuera de los cafés. La Piazza del Campo es más grande de lo que parece en las fotos — me quedé un momento simplemente para absorberlo todo. Dentro de la catedral, todo reverberaba: pasos sobre mármol, susurros que rebotaban en los mosaicos. Pensaba en cuánta gente había caminado por ahí antes que yo. Mi audioguía se me cayó del oído una vez y me asustó con un ruido — pero nadie pareció molestarse.
No esperaba sentirme tan lleno al final — no solo por el almuerzo, sino por todo lo que cabe en una excursión de un día desde Florencia a estos lugares que antes solo había visto en libros. Aún ahora, cuando huelo pan recién hecho o veo la luz del sol sobre piedra antigua, recuerdo ese día.
El tour dura aproximadamente un día completo, incluyendo los traslados entre Pisa, San Gimignano, el campo de Chianti y Siena.
Sí, si eliges esa opción al reservar, incluye un almuerzo tradicional toscano con cata de vinos.
La entrada y visita guiada a la catedral de Siena están incluidas si seleccionas esa opción al reservar.
Sí, el transporte es en autobús cómodo y con aire acondicionado durante toda la excursión.
Sí, es obligatorio llevar tu documento de identidad original para este tour.
Se proporcionan auriculares para que disfrutes mejor la visita guiada en Siena.
Sí, los bebés pueden unirse; se permiten cochecitos y hay asientos especiales para ellos bajo petición.
No, lamentablemente el transporte y algunos sitios no son aptos para usuarios de silla de ruedas o con movilidad reducida.
Tu día incluye recogida en el punto de encuentro en Florencia, transporte en autobús cómodo entre Pisa, San Gimignano (con almuerzo tradicional toscano y cata de cuatro vinos si eliges esa opción), vistas del campo de Chianti camino a Siena, entradas a la catedral de Siena (si seleccionas esa opción), uso de auriculares durante las visitas guiadas para que no te pierdas ningún detalle incluso en plazas concurridas, y asistencia del personal dedicado durante todo el viaje.
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