Caminarás por auténticos campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial entre Siracusa y Catania, verás monumentos donde cayeron soldados, explorarás búnkeres ocultos cerca de la playa de Agnone y terminarás en el Museo del Desembarco Aliado de Catania para sumergirte en la historia de la Operación Husky — todo con entradas incluidas.
Lo primero que me impactó fue el silencio. De pie junto al Puente Primosole, jamás imaginarías que este tramo de tierra alguna vez resonó con disparos y gritos en julio de 1943. Nuestro guía, Salvo, señaló cuatro monumentos sencillos escondidos en apenas dos kilómetros, cada uno marcando donde paracaidistas británicos y alemanes se enfrentaron durante la Operación Fustian. El río Simeto brillaba cerca. Aún podía ver grafitis desgastados de la época bélica en algunos edificios antiguos — vestigios del fascismo — que ahora albergan al personal de la reserva natural. Es curioso cómo la historia perdura en la pintura descascarada y las piedras silenciosas.
Hicimos una caminata pausada por el sendero del oasis del Simeto. El aire olía ligeramente a hinojo silvestre, y un par de pescadores locales nos saludaron con un gesto al pasar. En la playa de Agnone, no lejos de Lentini, se pueden distinguir búnkeres medio tragados por las dunas de arena. Aquí hay una placa original — colocada por el propio General Montgomery en 1943 — justo al lado del Ponte dei Malati. Pasé mis dedos por su superficie rugosa mientras Salvo contaba historias de comandos ingleses que lucharon toda la noche para mantener este puente.
El ambiente cambió cuando llegamos al cementerio de guerra alemán. Filas de lápidas de piedra se extendían bajo olivos; era extrañamente pacífico pero también cargado de solemnidad. Un poco más tarde, en el cementerio inglés, noté flores frescas en varias tumbas — alguien aún recuerda a estos hombres después de tantos años.
Terminamos en el museo dedicado al Desembarco Aliado en Sicilia, en Catania. Dentro, hay salas llenas de uniformes, mapas e incluso viejos noticieros que se repiten en bucle. Un rincón recrea una calle siciliana de 1943 — casi puedes oler el polvo y escuchar radios lejanas transmitiendo boletines de guerra. Es mucho para asimilar, pero da un contexto real a todo lo que acabas de ver afuera.
¡Por supuesto! No necesitas conocimientos previos — nuestros guías explican todo con claridad mientras avanzas.
La experiencia completa suele tomar casi todo el día, ya que hay varias paradas a lo largo de la ruta entre Siracusa y Catania.
Sí, hay bancos en algunas paradas como los cementerios y cerca de la entrada del museo si necesitas un descanso.
Los animales de servicio son bienvenidos durante toda la excursión, incluso dentro del museo.
Tu entrada cubre todas las tarifas de acceso a cada sitio: área del Puente Primosole, ambos cementerios de guerra, búnkeres cerca de la playa de Agnone y la entrada al Museo del Desembarco Aliado en Catania. Se permiten animales de servicio y cualquier persona con condición física básica puede unirse cómodamente.
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