Probarás más de seis tipos de sake en Shinjuku con un sommelier experto que te guiará por sabores y maridajes. Degusta snacks japoneses con cada copa, aprende cómo influyen la forma de la copa y la temperatura, y comparte historias con locales y viajeros. Es una experiencia relajada pero reveladora — nunca volverás a ver el sake igual.
Lo primero que noté al entrar en la pequeña sala de cata en Shinjuku fue un leve aroma a arroz al vapor — no muy fuerte, solo un susurro que se colaba entre el pulido de la madera y el aire de la ciudad que entra cuando alguien abre la puerta. Nuestro guía, Jun, nos hizo señas con una sonrisa y sirvió algo transparente en vasitos diminutos. “Empezamos frío”, dijo, y la verdad es que estaba nervioso de derramarlo por todos lados. Éramos pocos — como ocho personas — así que se sentía más como estar en casa de un amigo que en una clase formal.
Jun nos explicó que el sake no es solo una bebida; tiene mil sabores según la temperatura, la región e incluso la forma de la copa (que me hizo probar — aún no me creo cuánto cambia). Contó historias sobre cervecerías familiares del norte, moviendo las manos rápido mientras hablaba. En un momento pasó una bandeja con snacks — galletas saladas de pescado, verduras encurtidas — y nos dijo que los probáramos con el siguiente sake. La combinación funcionó, no me lo esperaba. Alguien del grupo, de Osaka, bromeó diciendo que el sake de Tokio era demasiado “educado”, y todos nos reímos.
Intenté decir “kanpai” bien antes de cada ronda, pero seguro lo arruiné cada vez. Hubo un instante después del cuarto o quinto sorbo (¿quién lleva la cuenta?) donde todo se calmó un segundo — solo el tintinear de las copas y esa sensación cálida que te da aprender algo nuevo mientras te diviertes. Si buscas una cata de sake en Tokio que no sea rígida ni turística, esta es la indicada. Todavía pienso en uno de esos sakes turbios cada vez que paso por una licorería.
Probarás más de seis variedades diferentes de sake de cervecerías familiares pequeñas.
Se sirve una bandeja de snacks para acompañar, pero no es una comida completa — te recomendamos almorzar antes.
La clase se lleva a cabo en Shinjuku, en pleno centro de Tokio.
Un sommelier profesional de sake, parte de un equipo internacional, guía la sesión.
La clase dura aproximadamente dos horas.
No, la edad mínima para beber es 20 años; los bebés pueden asistir si están en brazos de un adulto, pero no pueden participar.
Puedes solicitar opciones dietéticas enviando un mensaje al menos una semana antes de la fecha del tour.
Tu tarde incluye catas guiadas de más de seis tipos de sake premium de cervecerías boutique en Shinjuku, además de una bandeja de snacks para maridar. Un sommelier profesional dirige la sesión de dos horas y comparte consejos sobre perfiles de sabor, historia de la elaboración y técnicas de maridaje — todas las bebidas están incluidas para que solo te relajes y disfrutes cada copa con tu pequeño grupo.
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