Sube al tren TranzAlpine desde Christchurch para una excursión de un día a Arthur’s Pass y más allá — disfruta de vistas montañosas, camina por bosques de hayas con tu guía local, almuerza en un pequeño pueblo alpino y pasea entre las enormes rocas de Castle Hill antes de volver. Es uno de esos días que te deja cansado pero con el corazón abierto.
“Aquí querrás mirar hacia la izquierda,” nos dijo el conductor mientras salíamos de Christchurch en ese silencio de la mañana temprano — yo apenas estaba despierto, aferrado a mi café. La ciudad quedó atrás rápido y de repente estábamos en la estación, donde el tren TranzAlpine esperaba con sus grandes ventanales y ese leve olor metálico que se siente en las vías antiguas. Ya había leído sobre este viaje en tren, pero sentarme ahí y ver cómo las llanuras de Canterbury se transformaban en dorados y verdes fue otra cosa — hay una sensación de calma mientras el terreno se eleva y esas montañas azuladas se acercan poco a poco. No podía creer que esto fuera solo una excursión de un día desde Christchurch.
Cuando llegamos a Arthur’s Pass, ya había perdido la cuenta de cuántas veces había pegado la cara al cristal. Nuestro guía — Matt, que creció por aquí — nos esperaba en el andén con una sonrisa y nos señaló un kea posado en un cartel (el ave nos miraba como si fuera el dueño del lugar). El aire estaba fresco y cortante a pesar de ser verano; se escuchaba el agua cerca. Matt nos recomendó una caminata corta por el bosque de hayas — nada muy empinado, prometió — y todavía recuerdo lo suave que se sentía el musgo bajo mis botas. Paramos en el viaducto de Otira para sacar fotos; alguien intentó ver más keas pero solo captó el viento azotando el puente.
El almuerzo en el pueblo de Arthur’s Pass fue sencillo: sopa y pan en un café donde parecía que todos se conocían. Después tuvimos tiempo libre — yo caminé entre casas envejecidas pintadas de colores vivos que destacaban contra el gris-verde de la montaña. De regreso hacia Christchurch (esta vez en minivan), paramos en el lago Pearson. El agua estaba tan quieta que reflejaba todo: el cielo, los juncos, hasta nuestro grupo torpe tratando de no arruinar las fotos. Y entonces apareció Castle Hill de repente — enormes rocas de piedra caliza apiladas como si gigantes hubieran estado jugando a las canicas. Mis manos quedaron polvorientas tras trepar una; alguien más resbaló y se rió sin problemas.
No esperaba sentirme tan pequeño ni tan despierto al final del día. Hay algo en pasar de la ciudad a la naturaleza en solo unas horas que se queda contigo. A veces, cuando escucho un silbido de tren, recuerdo esa luz de la mañana sobre los Alpes del Sur.
La salida es a las 7:30 am desde Christchurch y regresas por la tarde el mismo día.
No, el almuerzo no está incluido, pero hay tiempo libre para comprar algo en un café local en el pueblo de Arthur's Pass.
El tour es guiado en general, pero las caminatas en el Parque Nacional Arthur's Pass y en Castle Hill son por tu cuenta; el guía recomienda rutas pero exploras libremente.
Sí, se incluye recogida y regreso en hoteles seleccionados del centro de Christchurch.
En el regreso se hacen paradas panorámicas en el lago Pearson para fotos y en Castle Hill para caminar entre las formaciones de piedra caliza.
Vas en tren TranzAlpine de Christchurch a Arthur's Pass; la vuelta es en minivan con el guía.
Sí, las tarifas de entrada al parque nacional están incluidas en la reserva.
Sí, los niños pueden participar pero deben ir acompañados por un adulto; hay asientos para bebés si es necesario.
Tu día incluye recogida en hoteles céntricos de Christchurch, todas las entradas a parques nacionales, viaje en el tren TranzAlpine con ventanas panorámicas (y audio guía si llevas auriculares), además del regreso en minivan con paradas en el lago Pearson y Castle Hill. Tendrás agua embotellada y snacks durante el trayecto; el almuerzo no está incluido pero hay tiempo para comer en el pueblo de Arthur’s Pass antes de volver por la tarde.
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