Verás lobos marinos y pingüinos de cerca en las Islas Ballestas, luego correrás en buggy y probarás el sandboard en el único oasis natural del desierto en Sudamérica—Huacachina. Esta excursión combina aventura, fauna y sabor local en un día inolvidable.
Aún estaba oscuro cuando nos recogieron en nuestro hostal en Lima—la verdad, apenas recuerdo haber subido a la van. La ciudad estaba tranquila por una vez. Cuatro horas después, llegamos a Paracas justo cuando el sol empezaba a calentar la costa. Lo primero que sentí fue el aire salado, y luego escuché a las gaviotas peleando por restos de pescado cerca del muelle. Nuestro guía, Luis, repartió chalecos salvavidas con una sonrisa y nos indicó hacia la lancha rápida que esperaba en el embarcadero.
El paseo en bote por las Islas Ballestas parecía sacado de un documental de naturaleza. Pasamos rápido junto a arcos rocosos donde los lobos marinos descansaban como si fueran los dueños del lugar. Los pingüinos caminaban entre las rocas—pequeños puntos blanco y negro contra toda esa piedra gris. Luis conocía a cada ave por su nombre e incluso nos señaló algunos cormoranes de patas rojas anidando sobre nosotros. El viento me despeinaba y ya podía saborear la sal en mis labios cuando regresamos.
La siguiente parada: Huacachina. Es un oasis salvaje rodeado de dunas gigantes—la verdad parece irreal hasta que estás ahí viendo los botes de pedal deslizarse sobre el agua. Almorzamos en un café llamado “Desert Nights”—yo pedí lomo saltado y un jugo helado de maracuyá porque ya hacía un calor tremendo. Después llegó la verdadera descarga de adrenalina: paseos en buggy que me sacudieron hasta los huesos y nos hicieron reír (y gritar) a todos. ¿Sandboard bajando esas pendientes? Mucho más difícil de lo que parece, pero vale totalmente la pena por esa sensación cuando finalmente te lanzas.
La excursión es adecuada para la mayoría de las edades, pero no se recomienda para mujeres embarazadas o personas con problemas de movilidad debido al terreno irregular del paseo en buggy.
¡Para nada! La mayoría son principiantes—los guías dan consejos para que te diviertas aunque sea tu primera vez.
Protector solar, gafas de sol, sombrero, ropa cómoda que no te importe que se ensucie de arena, y algo de efectivo para el almuerzo o snacks en Huacachina.
Incluye recogida en tu hotel en Lima, transporte privado durante todo el día, boleto para el paseo en bote por las Islas Ballestas, entrada a la reserva nacional, paseos en buggy, equipo para sandboard, aire acondicionado en el bus y un guía bilingüe que conoce todas las mejores historias locales.
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