Cruzarás el Puente de Carlos con un guía local, pasearás por las tranquilas calles de Malá Strana y tomarás un tranvía para explorar cada rincón del Castillo de Praga —incluyendo patios y puntos destacados según la temporada. Es una forma relajada de ver lo mejor de Praga en una sola visita.
Lo primero que noté fue el sonido: músicos callejeros afinando cerca de la estatua de Carlos IV, justo donde nos encontramos con nuestra guía. El aire tenía ese frescor de la mañana temprano, pero ya se olía el aroma de pasteles recién hechos de un vendedor escondido junto al puente. Cruzar el Puente de Carlos fue como entrar en un cuento. Nuestra guía, Petra, señalaba pequeños detalles —como el lugar donde los locales frotan la estatua para atraer la suerte— y compartía historias sobre inundaciones y pasadizos secretos que nunca había leído en internet.
Recorrimos Malá Strana, que realmente se siente diferente al casco antiguo: más tranquilo, con callejones empedrados y pequeñas tiendas que venden marionetas pintadas a mano. Hay una cafetería antigua en la esquina (creo que se llamaba Café Savoy) donde los locales ya tomaban café a las diez de la mañana. Petra nos mantenía en movimiento, pero nos dejaba detenernos para fotos o simplemente para observar cómo pasaban los tranvías.
El viaje en tranvía hasta el Castillo de Praga fue rápido, ¿quizás diez minutos? Dentro del recinto del castillo, entiendes por qué es considerado el castillo medieval más grande del mundo; cada patio se abre a otro, cada uno con su propia atmósfera. Vimos el cambio de guardia —con mucha ceremonia y el sonido de botas— y aunque la Catedral de San Vito está en obras ahora mismo, pudimos asomarnos a través de una puerta abierta para admirar algunas vidrieras. Petra se aseguró de que no nos perdiéramos ningún rincón escondido ni buenos puntos para fotos. Si alguien quería ver algo especial, siempre intentaba incluirlo.
¡Sí! El ritmo es tranquilo y hay muchas pausas. El tranvía ayuda a evitar las subidas empinadas hasta el castillo.
Por supuesto, los animales de servicio son bienvenidos en esta excursión.
La catedral está en proceso de renovación, por lo que no es posible visitar el interior en este momento, pero podrás ver su exterior y algunos detalles desde fuera.
Sí, tu billete de tranvía está incluido como parte de la excursión.
Tu guía local te llevará a cruzar el Puente de Carlos y a recorrer Malá Strana, además de incluir tu billete de tranvía hasta el Castillo de Praga. Los animales de servicio son bienvenidos y hay opciones de transporte público cercanas. Esta excursión en grupo pequeño puede adaptarse si tienes peticiones especiales durante el recorrido.
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