Perseguirás las auroras boreales en Abisko de tres formas distintas: a pie, en furgoneta o en trineo, siempre con un guía local. Tendrás ayuda práctica con la cámara, jugo caliente de arándano para entrar en calor y la energía de un grupo pequeño esperando juntos las primeras pinceladas de color en el cielo ártico.
La verdad, no esperaba que mis botas crujieran tanto sobre la nieve la primera vez que salimos en Abisko. Hacía más frío de lo que imaginaba, pero nuestro guía, Oskar, con esa calma para explicar todo, me entregó una linterna frontal y una cámara réflex ya preparada para las auroras. No soy muy bueno con cámaras, pero él sonrió y dijo: “Tranquilo, lo vas a lograr.” El aire olía a pino fresco y algo dulce que no supe identificar. Empezamos caminando hacia un tipi cerca del borde del bosque. La risa de alguien resonó en la oscuridad; parecía que todos conteníamos la respiración esperando algo grande.
Según cómo estaba el cielo (Oskar revisaba una app de pronóstico de auroras en su móvil), cambiábamos de plan. Un momento estábamos metiéndonos en una furgoneta 4x4 con las ventanas empañadas por nuestro aliento, y al siguiente, subiéndonos a un trineo de madera detrás de una moto de nieve. Esa parte fue una locura; el frío me picaba la cara, pero hacía que todo se sintiera más real. En un momento alguien pasó un termo con jugo caliente de arándano rojo. Tenía un sabor agridulce y reconfortante; aún lo recuerdo cuando veo las fotos de esa noche.
Intenté decir “aurora boreal” en sueco y lo hice fatal; Oskar se rió y nos contó historias de Laponia mientras esperábamos que el cielo hiciera su magia. Cuando finalmente aparecieron las luces (tardó más de lo que esperaba), todos guardamos silencio salvo alguien que susurró un “wow” sin querer. Me enredé con los ajustes de la cámara, pero logré sacar una foto decente; ver esos colores moverse sobre Abisko me hizo olvidar lo helados que tenía los dedos. Nos quedamos hasta pasada la medianoche porque nadie quería ser el primero en irse. No había prisa por volver; el tiempo parecía estirarse bajo toda esa luz verde.
El máximo es de 8 personas por guía en cada grupo.
Sí, se incluye el alquiler de cámara réflex, objetivo, trípode y mochila.
Buscarás las luces a pie cerca de un tipi, en una furgoneta 4x4 o en un trineo tirado por una moto de nieve.
Sí, durante la aventura ofrecen snacks y jugo caliente de arándano rojo.
Tu guía te enseñará rápido lo básico para fotografiar auroras con ajustes preconfigurados en la cámara.
El tour cubre transporte entre ubicaciones, pero no especifica recogida en hotel; revisa los detalles al reservar.
El regreso es flexible, así que puedes quedarte más tiempo que en otros tours si las condiciones son buenas.
Proporcionan ropa térmica, pero vístete bien por debajo; se recomiendan botas y guantes de invierno.
Tu noche incluye el uso de cámara réflex con objetivo, trípode, mochila, ropa térmica y linterna frontal, todo guiado por un experto local. Además, snacks y jugo caliente de arándano mientras recorres a pie, en furgoneta o en trineo el paisaje nevado de Abisko, con regreso cuando el grupo esté listo.
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