Recorrerás toda la isla de Trinidad en un día—con vistas urbanas de San Fernando, interminables cocoteros en Manzanilla y playas vírgenes. Guías locales comparten historias y rincones secretos. Una experiencia auténtica que no encontrarás en otro lugar.
Salimos temprano desde Puerto España, con la ciudad aún despertando, y nos dirigimos hacia el sur mientras nuestro guía nos contaba sobre los equipos de cricket y los mejores puestos de doubles. El camino a San Fernando fue tranquilo—ventanas abajo, se siente el aire salado mezclado con un toque de diesel de los maxi taxis. En el mirador de San Fernando Hill, la vista se abre sin límites. Se ve el Golfo de Paria brillando, y si la neblina se despeja, se distingue el contorno de Venezuela en el horizonte. Nuestro guía, Marcus, señaló las antiguas fábricas de azúcar y nos contó el origen del nombre de la ciudad. Cerca del estacionamiento hay un vendedor de snacks con agua de coco fría—honestamente, nada refresca más bajo el sol del mediodía.
Después de recorrer la costa este, llegamos a Manzanilla. La carretera está bordeada de palmeras de coco—kilómetros y kilómetros. Verás puestos a la orilla del camino llenos de sandías (que se cultivan justo aquí), y a veces se escucha el lejano grito de los monos aulladores rojos del Santuario de Vida Silvestre Bush Bush. La playa es salvaje y abierta, nada llena, solo el sonido del Atlántico y el viento entre los árboles. Paramos un rato, con los pies en la arena, viendo a los pescadores recoger sus redes. Si tienes suerte, hasta puedes ver monos capuchinos corriendo entre los manglares. Es un día largo, pero te empapas de verdad de Trinidad—su gente, su comida, sus rincones salvajes.
El tour suele durar todo el día—unas 8 a 9 horas incluyendo paradas para ver lugares y descansar.
No se recomienda para menores de 3 años porque es un día largo en carretera. Los niños mayores generalmente lo disfrutan mucho.
Hay buena posibilidad de ver monos en el Santuario Bush Bush de Manzanilla, además de muchas aves durante el recorrido.
No incluye comidas, pero hay paradas donde puedes comprar snacks o almuerzo en puestos locales.
Incluye recogida y regreso al hotel, además de conductor y guía profesional durante todo el día. Solo trae tu curiosidad—y algo de protector solar.
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