Recorrerás caminos de montaña desde Quba hasta Khinaliq con un guía local, harás una pausa para tomar té entre colinas boscosas y compartirás un almuerzo casero en casa de un vecino. Risas por los errores de idioma y momentos de calma sobre las nubes te harán sentir bienvenido y transformado.
El vapor se elevaba de un vaso de té con una pequeña astilla mientras nuestro guía, Emin, me lo pasaba en la parada de Besh Barmag. Había un aroma terroso — humo de leña mezclado con algo dulce en el aire — y recuerdo pensar que nunca me habría detenido aquí por mi cuenta. El camino desde Quba ya me había sorprendido: ovejas por todas partes, sus cencerros tintineando mientras serpenteábamos entre bosques que parecían jugar con la luz y la niebla. Emin señaló una parrilla donde aseguraba que hacen los mejores kebabs de Azerbaiyán (guiñó un ojo y dijo que cada región dice lo mismo).
La carretera empezó a subir tras el Bosque Qecresh — curvas cerradas y luego cielo abierto. Apoyé la mano en la ventana solo para sentir el frío que bajaba de las montañas. En un momento tuvimos que parar por una manada de cabras bloqueando el paso; un niño nos saludó con una sonrisa como si supiera que habíamos venido hasta aquí solo por esa vista. Finalmente apareció Khinaliq — casas de piedra apiladas unas sobre otras, humo saliendo de las chimeneas aunque no hacía tanto frío. Nuestra familia anfitriona nos recibió en su casa; la sala estaba cálida y olía a pan recién hecho. El almuerzo fue un guiso de cordero y algo llamado qutab — intenté pronunciarlo bien pero Li (nuestra anfitriona) se rió suavemente de mi acento.
Aún recuerdo sentarme con las piernas cruzadas sobre su alfombra, escuchando a Emin traducir historias sobre cómo sobreviven los inviernos aquí arriba. Hubo un momento de silencio donde todos solo escuchamos el viento golpeando las ventanas — se sentía extrañamente tranquilo. De regreso hacia Quba, las nubes rodaban sobre las cumbres y todo parecía bañado en una luz plateada. No hablamos mucho entonces; quizás todos estábamos llenos o tal vez hay algo en el aire de montaña que te invita a guardar silencio por un rato.
El tour dura unas 10 horas, incluyendo el traslado desde tu hotel en Bakú o Quba.
Sí, incluye un almuerzo tradicional casero en la casa de una familia local en Khinaliq.
Si la nieve o lluvia intensa bloquean el acceso, se visita en su lugar el resort de montaña Shahdag en Qusar.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos si eliges esa opción al reservar.
Sí, el tour es guiado por profesionales locales que también ayudan con la traducción durante la visita al pueblo.
El tour es adecuado para todos los niveles de condición física, pero no se recomienda para personas con problemas cardiovasculares.
Los bebés pueden participar pero deben ir en el regazo de un adulto; hay asientos especiales para bebés disponibles bajo petición.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel (si eliges esa opción), transporte en vehículo con aire acondicionado, guía local experto durante todo el recorrido por Quba y Khinaliq, y un almuerzo casero compartido con los vecinos antes de regresar por las serpenteantes carreteras de montaña.
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