Disfruta de un traslado sin complicaciones directo desde el aeropuerto de Recife a Praia dos Carneiros, con consejos locales y máximo confort. Ideal para evitar multitudes y sumergirte en la vida tranquila de las playas de Pernambuco.
El aire fuera del aeropuerto de Recife estaba impregnado de esa brisa salada del Atlántico, y ya se sentía que íbamos rumbo a un lugar especial. Nuestro conductor nos esperaba justo en la zona de llegadas, sin que tuviéramos que buscar carteles ni hacer filas. Guardó nuestro equipaje en un auto cómodo y fresco (el aire acondicionado fue un salvavidas; la humedad en Pernambuco se siente rápido) y partimos, saliendo de la ciudad hacia la costa sur.
A mitad del camino, pasamos por la Reserva Biológica do Saltinho. Las ventanas se llenaron de verde: selva atlántica densa, aves cantando sobre el murmullo de la carretera. El conductor nos señaló los campos de caña de azúcar que iban pasando y nos contó cómo la historia de Tamandaré está ligada tanto a la agricultura como al turismo. Es curioso: si abres un poco la ventana, se mezclan los aromas a tierra y hierba dulce.
Al llegar a Tamandaré, el tiempo pareció desacelerar. Los locales en bicicleta saludaban mientras pasábamos junto a pequeños puestos de frutas llenos de caju y cocos frescos. La costa aquí está llena de playas: Tamandaré, Barra, Pontal do Lira, Campas y, finalmente, Praia dos Carneiros. Esa franja de arena realmente cumple su fama; incluso antes de bajarte del auto, ves palmeras inclinadas sobre aguas turquesas. Si tienes suerte con el horario (la mañana temprano es ideal), verás pescadores recogiendo redes y niños persiguiendo cangrejos en la orilla.
El conductor no nos apuró; nos dio recomendaciones para visitar el Forte de Santo Inácio cercano (¡construido en el siglo XVII!) y hasta sugirió un par de bares tranquilos en la playa donde los locales se reúnen al caer el sol. Todo el traslado fue muy personal y relajado, sin buses llenos ni confusiones, solo un comienzo fácil para descubrir uno de los tramos costeros más hermosos de Brasil.
Generalmente tarda unas 2 horas en auto privado, según el tráfico y el clima.
¡Sí! Los vehículos son accesibles para sillas de ruedas y cuentan con asientos para bebés si los necesitas.
Claro que sí, solo avisa al conductor si quieres hacer una parada rápida para fotos o probar alguna delicia local.
Tu traslado privado incluye servicio puerta a puerta en un vehículo con aire acondicionado. Acceso para sillas de ruedas y asientos para bebés disponibles bajo pedido. Para todas las edades: solo relájate y disfruta el viaje.
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