Deslízate con la brisa del waterfront de Halifax, detente junto a lápidas centenarias, pasea por jardines llenos de vida desde tu Segway y disfruta vistas increíbles desde la Ciudadela, todo mientras escuchas historias de un guía local. Risas, sorpresas y momentos donde la ciudad se siente familiar y nueva a la vez.
Lo primero que noté fue el olor a sal en el aire—el Waterfront de Halifax tiene ese aroma fresco y salino que no se puede imitar. Nuestro guía, Jamie, nos entregó los cascos y nos hizo una demostración de seguridad (confieso que tenía miedo de verme ridículo). Pero tras cinco minutos tambaleándome cerca de Salt Yard, sentí que mi cerebro se adaptaba al Segway. Había una pareja de Montreal en el grupo que no paraba de reírse cada vez que alguien casi se salía del camino. Jamie solo sonreía y nos decía que no le diéramos tantas vueltas.
Avanzamos rápido por el malecón—pasando por “Lamp Posts on a Bender” (tan raro como suena)—y luego entramos a la ciudad, donde todo cambia: edificios de piedra antigua, un aroma a café que venía de Argyle Street. En el Old Burying Ground Jamie se quedó en silencio un momento y señaló una de las lápidas más antiguas; no esperaba sentir nada, pero ese lugar tiene algo especial. También me sorprendió la parada en la biblioteca—nunca pensé que admiraría tanto los ángulos de cristal de un edificio. Es como si el corazón de la ciudad latiera justo ahí, en Spring Garden Road.
Recorrer los Jardines Públicos de Halifax fue un alivio después de estar en ruedas—el césped estaba húmedo bajo mis pies y había estallidos de color por todos lados (además de pájaros gritándose en los árboles). Compré un jugo de manzana en un puesto pequeño; sabía más dulce de lo normal por alguna razón. Luego subimos a la Ciudadela—literalmente se siente cómo cambia el viento allá arriba—y desde allí tienes una vista panorámica de Halifax que te hace sentir pequeño y afortunado al mismo tiempo. Alguien intentó sacarse una selfie con el casco puesto; todos nos reímos a carcajadas.
La última parte nos llevó por Argyle Street, donde la música se escapaba de los bares incluso de día, y luego a Grand Parade Square con sus memoriales de guerra y las historias de restaurantes embrujados (Jamie jura que una vez vio algo—no sé si hablaba en serio). Cuando regresamos pasando por Province House y “The Wave”, mis piernas ya vibraban pero no quería que terminara. Halifax se ve distinto cuando te deslizas en Segway en vez de caminar—no dejo de pensar en esa vista desde la Ciudadela.
El tour dura entre 2.5 y 3 horas.
El recorrido inicia y termina en Salt Yard, en el Waterfront de Halifax.
Sí, incluye una sesión completa de entrenamiento y práctica antes de salir.
Visitarás el malecón del Waterfront, Old Burying Ground, Jardines Públicos, Ciudadela, Argyle Street y Grand Parade Square.
Sí, todos reciben agua embotellada para mantenerse hidratados.
Sí, se entregan cascos que deben usarse durante todo el paseo.
El tour es para mayores de 16 años.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de donde comienza el tour.
Tu tarde incluye el uso de un Segway con casco para seguridad, agua embotellada para mantenerte hidratado, todos los impuestos y tasas incluidos, además de un auricular para que escuches claramente las historias del guía sin importar el ruido de la ciudad—sin perderte ningún detalle mientras recorres Halifax.
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