Aquí tendrás tiempo para relajarte de verdad: disfruta de tus propias aguas termales, camina por muros antiguos bajo la luz de faroles, prueba platos locales y descubre un Pekín que pocos conocen, todo sin preocupaciones.
Salir de Pekín fue como dejar la ciudad atrás para siempre: los edificios grises se desvanecían entre colinas onduladas y un cielo abierto. Nuestra guía, la señora Lin, nos contó la historia de la zona mientras nos acercábamos a Gubei Water Town. Al llegar, el aire olía ligeramente a humo de leña y a algo dulce que venía de una panadería cercana. El pueblo acuático es un laberinto de puentes de piedra y callejones iluminados por faroles; si prestas atención, escucharás el suave chapoteo de los barcos deslizándose.
Después de pasear por pequeñas tiendas que vendían palitos de espino caramelizado y artesanías locales, nos alojamos en un hotel estilo patio. No pude resistirme a sumergirme en la bañera privada de aguas termales de mi habitación, con vapor que se enroscaba contra la ventana mientras el crepúsculo caía afuera. Más tarde, tomamos el teleférico hasta la Gran Muralla de Simatai justo cuando el cielo se tornaba azul profundo. Caminar por esas piedras milenarias de noche es otra experiencia; se ve todo el pueblo acuático iluminado abajo, con faroles reflejados en el río. La cena fue sencilla pero deliciosa: cerdo estofado y verduras frescas, en un lugar recomendado por nuestra guía.
La mañana siguiente fue tranquila, solo se oían los pájaros y un anciano barriendo frente a su tienda. Algunos subieron temprano para ver el amanecer desde la muralla (vale la pena si eres madrugador), pero yo preferí pasear junto al canal con un vaso de leche de soja de un puesto callejero. Si visitas entre abril y octubre, puedes dar un paseo en barca antes de regresar a Pekín o tomar tu vuelo; nuestro conductor se encargó de todo sin complicaciones.
Sí, solo dinos los detalles de tu vuelo al reservar y organizaremos el traslado desde el aeropuerto PEK.
¡Por supuesto! Trae tu traje de baño si quieres probar las piscinas exteriores bajo las estrellas o la luz de la luna.
Tu paquete cubre desayuno y cena (y almuerzo si sales temprano). Los platos locales se sirven frescos en lugares de confianza del pueblo.
Sí, es privada, así que los viajeros solos tienen habitación individual sin coste adicional.
Incluye transporte ida y vuelta desde Pekín o aeropuerto PEK, entradas para Gubei Water Town y la Gran Muralla de Simatai (con paseos en teleférico), una noche en hotel tradicional con patio y aguas termales (bañera privada incluida), además de desayuno y cena (y almuerzo si sales temprano). Un guía local amable se encarga de todo; solo trae calzado cómodo y traje de baño para disfrutar al máximo las aguas termales.
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