Corre en ATV por el desierto de Giza con un guía local que conoce todos los atajos para las mejores fotos de las pirámides. Siente cómo El Cairo queda atrás mientras vuelas sobre las dunas, haces paradas para beber agua y compartes risas (y quizás alguna palabra en árabe) antes de volver—polvoriento pero emocionado.
“Verás, el desierto tiene su propia historia,” nos dijo nuestro guía Ahmed, entrecerrando los ojos hacia el horizonte como si pudiera leer algo en el calor. Pensé que sonaba un poco poético para alguien que me estaba entregando un casco y una botella de agua. Pero, la verdad, cuando me subí al ATV y sentí el motor vibrar bajo mí, parecía que íbamos a escribir algo nuevo allá afuera—solo nosotros, la arena y esos antiguos triángulos a lo lejos.
El paseo fue más salvaje de lo que esperaba. La arena no es suave—es arenosa, se mete por todos lados (todavía la encuentro en mis zapatos) y tiene un leve olor metálico cuando sopla el viento. Volábamos sobre las dunas a unos 50 km/h, a veces riendo fuerte cuando pasábamos un bache. Ahmed no paraba de mover los brazos para indicarnos dónde parar para las fotos—sabe justo dónde conseguir esa toma con las tres pirámides alineadas detrás. En un momento intenté decir “gracias” en árabe; él sonrió y me corrigió con paciencia. Es curioso lo humilde que te sientes aprendiendo palabras mientras estás cubierto de polvo.
No esperaba lo silencioso que se siente cuando te detienes allá. Nada de ruido de ciudad—solo viento y quizás un eco lejano de otro grupo. Las pirámides se ven diferentes desde este lado: menos de postal, más… sólidas, ¿verdad? Repetí las fotos una y otra vez, pero ninguna logra capturar lo enormes que parecen cuando estás ahí sentado, recuperando el aliento.
Al final, Ahmed repartió más agua (la necesitábamos) y regresamos a El Cairo en su van con arena pegada al cuello y sonrisas cómplices. No sé si era alivio o esa sensación de haber hecho algo un poco loco juntos. En fin—todavía pienso en esa vista a través de mis gafas rayadas.
No, los quads solo están permitidos en el área desértica alrededor de las pirámides por regulaciones locales.
Sí, la recogida y regreso al hotel en El Cairo o Giza están incluidos con tu reserva.
Puedes alcanzar velocidades de entre 30 y 50 km/h en el terreno arenoso fuera de Giza.
Las entradas dependen de la opción de tour que elijas al reservar.
Sí, se ofrece agua embotellada gratuita como parte del tour.
Tu guía te ayudará a capturar las mejores fotos en las paradas durante el recorrido.
El tour es adecuado para la mayoría, pero no se recomienda para embarazadas ni personas con lesiones de columna o problemas cardiovasculares.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en El Cairo o Giza, todos los costos del paseo en ATV, agua embotellada gratis durante toda la aventura en el desierto y un guía local que te ayudará a encontrar esos puntos para fotos inolvidables—y si eliges esa opción, también las entradas para acercarte a las pirámides antes de volver polvoriento pero feliz.
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