Te enfrentarás cara a cara con las pirámides de Giza y descubrirás tesoros milenarios en el Museo Egipcio de El Cairo—todo en un día inolvidable desde Sharm El-Sheikh. Esta excursión combina historia, sabor local y momentos únicos que no encontrarás en ningún otro lugar.
Al bajar de la furgoneta en Giza, sentí el aire seco de El Cairo rozar mi cara—cálido, un poco polvoriento, pero lleno de promesas. Nuestro guía egiptólogo, Amr, nos entregó botellas de agua fría y señaló hacia el horizonte. Ahí estaban: la Gran Pirámide de Keops dominando todo, acompañada por Kefrén y Micerinos. Es difícil captar su tamaño hasta que estás justo frente a ellas, entrecerrando los ojos mientras el sol refleja en los bloques de piedra caliza milenarios. Niños de la escuela pasaban corriendo, riendo en árabe, sus voces resonando entre piedras más antiguas que la memoria.
Nos acercamos a la Esfinge—con la nariz ya perdida, pero con la mirada aún penetrante. Amr nos contó cómo este guardián ha vigilado la meseta durante miles de años. Incluso nos mostró un punto desde donde puedes capturar en una sola foto la Esfinge y las tres pirámides principales (créeme, vale la pena esperar tu turno). El templo del valle cercano era más tranquilo; casi podías escuchar tus propios pasos sobre el fresco suelo de piedra.
El almuerzo llegó justo cuando lo necesitábamos—una comida sencilla en un lugar local con pollo a la parrilla y tahini que sabía mucho mejor que cualquier cosa en casa. Luego cruzamos las calles bulliciosas de El Cairo hasta la Plaza Tahrir. El Museo Egipcio está justo ahí en el centro, su fachada rosa desgastada por el sol y el tiempo. Adentro, Amr nos guió entre vitrinas llenas de tesoros: máscaras doradas, amuletos diminutos, incluso cosas que solo había visto en libros. El olor dentro era a papel viejo mezclado con algo terroso—¿quizá lino antiguo? Nos detuvimos frente a la sala de Tutankamón; es más pequeña de lo que imaginas pero está repleta de oro.
Sí, debes comprar la visa egipcia en el aeropuerto de Sharm El-Sheikh antes de salir; sin ella no podrás viajar a El Cairo.
¡Claro! El almuerzo en un restaurante local forma parte de la experiencia—prepárate para platos clásicos egipcios.
Sí, todos los traslados se hacen en vehículo con aire acondicionado para tu comodidad durante todo el día.
La excursión es totalmente accesible para sillas de ruedas y cochecitos; solo avísanos si tienes necesidades especiales.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en Sharm El-Sheikh, entradas a las pirámides y al museo, transporte con aire acondicionado por El Cairo, almuerzo en un lugar local (con opciones vegetarianas) y un guía egiptólogo certificado en inglés que hará que cada sitio cobre vida.
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