Te sentarás en Barcelona con un grupo pequeño para probar vinos españoles junto a quesos y tapas regionales. Un sommelier local compartirá historias detrás de cada copa y responderá todas tus preguntas—sin presiones para ser experto. Saldrás sabiendo qué pedir en la cena—y quizás con nuevos amigos o al menos una botella favorita en mente.
“¿Te gustan más los tintos o los blancos?” Así empezó Marta con nosotros — sin guion, solo una sonrisa y un acento catalán dulce como la miel. Apenas nos sentamos en este rincón acogedor escondido en la calle Pau Claris, nos sirvió la primera copa. Se percibía un aroma a nueces y algo punzante, quizás manchego, que venía de las tapas. La mesa ya estaba llena de copas antes de que nos situáramos. No esperaba reírme tanto hablando de vino — pero ahí estábamos, intentando pronunciar “Garnatxa” mientras Marta nos corregía con paciencia (dice que es más fácil después de dos copas).
Nos fue guiando por vinos de toda España y Cataluña — cada sorbo venía acompañado de una historia sobre la bodega o alguna receta familiar. Recuerdo la segunda copa, un blanco del Penedès, que sabía casi a manzana verde, pero no del todo. Alguien preguntó si había truco para mover la copa sin derramar; Marta se encogió de hombros y dijo, “Confianza.” También hubo queso, desmenuzable y salado, y unos palitos de pan que no paraba de coger sin darme cuenta. El grupo era muy relajado — algunos conocían su Tempranillo del Rioja, otros (como yo) solo queríamos saber qué pedir en la cena.
Me gustó que nada fuera apresurado ni pretencioso. Si querías repetir, solo tenías que pedirlo. Marta respondió todas las preguntas — incluso las más tontas (“¿Está mal que me guste el vino dulce?”). Me fui con notas en el móvil y la cabeza un poco alegre (valió la pena), pensando en qué botella podría colar en la mochila para el vuelo. Es curioso cómo compartir tapas y anécdotas con desconocidos puede hacer que Barcelona se sienta más como casa de lo que imaginas.
Sí, la cata está abierta tanto para novatos como para amantes del vino con experiencia.
Sí, se sirven tapas locales o quesos regionales junto con los vinos.
Probarás varios vinos de diferentes regiones de España y Cataluña.
Sí, hay opciones vegetarianas si se solicitan al hacer la reserva.
No, la edad mínima para beber es 18 años.
No se recomienda esta experiencia para mujeres embarazadas.
Sí, un sommelier local lidera la cata y responde preguntas.
Sí, los animales de servicio están permitidos durante la experiencia.
Tu velada incluye varios vinos españoles y catalanes que probarás junto a quesos y tapas regionales en un grupo pequeño, guiado por un sommelier local que responderá todas tus dudas.
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