Explora el centro histórico de Málaga a tu ritmo con pistas divertidas que te guían desde el Mercado de Atarazanas hasta la Alcazaba y la casa natal de Picasso. Disfruta de historias locales con tu guía, resuelve acertijos mientras recorres plazas y parques, y termina con un recuerdo personal tras encontrar el cofre del tesoro oculto. Turismo que se siente como una aventura.
Confieso que no sabía qué esperar de una “búsqueda del tesoro privada” en Málaga. ¿Algo para niños quizá? Pero en cuanto nuestro “maestro del tesoro” nos entregó esa brújula vieja y el kit de aventura — sin apps ni pantallas— me emocioné sin saber por qué. La ciudad se siente distinta cuando persigues pistas en lugar de seguir un mapa. Nuestra primera parada fue el Mercado de Atarazanas, y el aroma a aceitunas y pan recién hecho me llegó antes de cruzar la calle. Marta, nuestra guía, sonrió con mi intento de pronunciar “boquerones” y nos señaló el primer acertijo.
Paseamos por el Parque de Málaga, donde los loros discutían en las copas de los árboles y el aire olía a azahar. Las pruebas nos hicieron fijarnos —de verdad— en detalles que normalmente habría pasado por alto: los grabados en la muralla de la Alcazaba, esa pequeña placa frente al Teatro Cervantes. En la Plaza de la Merced, un grupo de señores debatía sobre fútbol bajo la estatua de Picasso (que parecía indiferente). Una pista nos llevó a la catedral, a la que los locales llaman “La Manquita” porque le falta una torre. No lo sabía. En las escaleras del Teatro Romano nos sentamos un rato, recuperando el aliento y riendo por lo perdidos que nos habíamos hecho dos calles atrás. Fue un respiro desconectarnos un rato.
La última pista nos llevó por una callejuela que jamás habría encontrado solo. Al abrir el cofre del tesoro (sin spoilers), Marta nos entregó un recuerdo artesanal, sencillo pero con mucho significado — mucho más que cualquier imán de nevera. Terminamos con unos churros con chocolate espeso en un café donde, dicen, comía la familia de Picasso; no puedo confirmarlo, pero después de tanto andar, sabía a gloria. Si quieres ver Málaga de otra manera —o simplemente buscas una excusa para jugar a ser detective unas horas— esta búsqueda del tesoro privada vale la pena. Aún recuerdo esa vista desde detrás de los muros de la Alcazaba.
La actividad dura aproximadamente 2,5 horas recorriendo el centro histórico de Málaga.
Sí, está pensada para todas las edades y las familias son bienvenidas.
No, no hace falta smartphone; todo lo necesario viene en el kit de aventura.
Sí, pasarás por lugares como la Alcazaba, el Teatro Romano y la Casa Natal de Picasso.
No incluye comida completa, pero te darán recomendaciones para probar snacks locales como churros.
Sí, todas las zonas son accesibles para sillas de ruedas y también se permiten carritos de bebé.
Sí, un “maestro del tesoro” local te acompañará y apoyará durante toda la aventura.
Recibirás un souvenir hecho a mano y personalizado tras encontrar el cofre del tesoro.
Tu día incluye un kit de aventura con brújula y herramientas para la búsqueda del tesoro privada por el centro de Málaga, la guía de tu amable maestro del tesoro, visitas a lugares emblemáticos como la Alcazaba y la Plaza de la Merced a tu ritmo, y un recuerdo artesanal para llevar a casa cuando resuelvas la última pista.
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