Recorrerás locaciones de películas famosas rumbo al valle Ka’a’awa antes de equiparte para siete tirolesas con guías locales en Kualoa Ranch. Prepárate para botas embarradas, puentes inestables, risas entre extraños y vistas que te sorprenden en pleno vuelo. Si buscas una aventura en Oahu donde la naturaleza se siente más grande que cualquier foto, esta es tu experiencia.
Lo primero que recuerdo es la sonrisa de nuestra guía, Malia, cuando me entregó el casco en Kualoa Ranch. Me preguntó si era mi primera vez en la tirolesa — asentí, probablemente más nervioso de lo que quería mostrar. El grupo era variado: una pareja de Maui, dos amigos de la universidad de Los Ángeles y yo, intentando no pensar demasiado en las correas del arnés apretándome la cintura. Todos subimos juntos al shuttle, con las ventanas abiertas para sentir ese olor a tierra mojada mientras pasábamos por locaciones de películas en el valle Ka’a’awa. Alguien señaló un lugar de Jurassic Park — y la verdad, el paisaje parecía sacado de otra era con tanto verde alrededor.
Cuando llegamos al campamento base, escondido en lo profundo del valle, todo se volvió más tranquilo, salvo por los pájaros y alguna risa nerviosa (quizás la mía). Malia y su equipo nos explicaron las medidas de seguridad — mucho chequeo de hebillas y bromas sobre los “frenos hawaianos” (que básicamente significa confiar en tu guía). La primera tirolesa no fue tan aterradora como esperaba; el viento en la cara, un rush de árboles debajo y de repente estás volando sobre helechos salvajes. Hay un momento en el aire donde se asoma el océano entre las montañas — es breve, pero esa imagen se me quedó grabada.
Entre cada línea caminamos por senderos cortos — nada muy difícil, pero suficiente para embarrarte los zapatos si había llovido antes (y llovió). En un tramo cruzamos un puente colgante tambaleante y todos guardamos silencio, excepto Malia, que tarareaba una antigua melodía hawaiana. Señaló plantas nativas en el camino; intenté repetir sus nombres, aunque los pronuncié fatal. En la última tirolesa, mis manos temblaban, pero ya no por miedo, sino por la mezcla de adrenalina y aire salado. Así que, si estás pensando en una escapada a Kualoa Ranch para hacer tirolesa, ten en cuenta que no es solo velocidad o altura. Es compartir risas con desconocidos y sentirte diminuto bajo esos acantilados milenarios.
El tour de tirolesa dura aproximadamente 2 horas desde que llegas al campamento base.
No, no incluye recogida en hotel; debes registrarte directamente en Kualoa Ranch antes de la hora programada.
Sí, los participantes deben pesar entre 32 y 127 kg y tener al menos 10 años; hay otros requisitos de tamaño.
Se requieren zapatos cerrados y se recomienda usar pantalones largos por las caminatas y para que el equipo ajuste bien.
No se ofrecen comidas en este tour; planifica comer antes o después de la actividad.
Sí, los guías colocan los arneses y manejan los frenos para que solo te concentres en disfrutar.
El tour se realiza con lluvia o sol; si ha llovido, prepárate para barro y tierra húmeda en el valle Ka’a’awa.
Sí, hay opciones de transporte público cerca, pero conviene revisar los horarios antes.
Tu día incluye todo el equipo de seguridad necesario — casco y arnés — además de la guía de profesionales que revisan el equipo y controlan los frenos en las siete tirolesas del valle Ka’a’awa. También caminarás por senderos cortos y cruzarás dos puentes colgantes antes de regresar en shuttle a las instalaciones principales del rancho al finalizar.
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