Red Rock Canyon: Ruta Mustang en bici con recogida en Strip

4.86

(159 reseñas)

¿Cómo es la experiencia?

Nos encontramos con nuestro guía, Mike, justo frente al hotel en el Strip: tenía una sonrisa relajada y una gorra desgastada por el sol, mientras cargaba las bicicletas. Apenas terminé mi café cuando me preguntó si alguna vez habíamos probado la Ruta Mustang. "Los locales la recomiendan mucho," dijo, lanzándome un casco que olía a polvo del desierto y protector solar. El viaje hacia Red Rock Canyon fue rápido, pero se notaba cómo Las Vegas quedaba atrás; de repente solo había acantilados rojos y silencio, salvo por las historias de Mike sobre la primera vez que se cayó en esos senderos (se rió mucho — al parecer un cactus tuvo culpa).

La Ruta Mustang comienza con una subida constante — nada extrema, justo lo necesario para que las piernas empiecen a sentir el esfuerzo. Hubo un momento en que el sol iluminó las rocas de una forma tan perfecta que parecía un cuadro. Se escuchaba solo el ruido de las ruedas sobre la grava y la respiración de alguno (probablemente yo). Mike señaló unos burros salvajes a lo lejos; entrecerré los ojos, pero la verdad, podían ser solo piedras. Él siempre estaba pendiente, asegurándose de que llevábamos buen ritmo y preguntando si queríamos hacer alguna extensión para los más experimentados. Me quedé en el camino principal — no quería ser imprudente después de su historia con el cactus.

No esperaba que el descenso fuera tan divertido — dos millas serpenteando entre colinas, viento en la cara, manos apretando el manillar más de lo que admitiría. Hay algo en montar bici en Red Rock Canyon que hace que olvides lo cerca que estás de Las Vegas. En un momento paramos a beber agua y nos quedamos en silencio, mirando esos acantilados en capas. Alguien soltó un chiste sobre cambiar fichas de poker por cambios de bici (no fue mi mejor broma), pero todos se rieron igual. La vuelta se sintió más fácil; tal vez solo era saber que lo habíamos logrado juntos.