Sarasota: Tour navideño en trolley con villancicos y luces

4.89

(9 reseñas)

¿Cómo es la experiencia?

Subimos a Dolly the Trolley justo cuando el atardecer caía sobre Sarasota — ya se escuchaban los cantantes calentando voces detrás de la tienda de regalos, sus voces se mezclaban con el aroma a canela de alguna taza cercana. Nuestra guía, que en realidad se llama “Christmas Carol” (al principio pensé que era broma), nos saludó con una sonrisa y una bufanda brillante. Los niños agarraban sus refrescos como si fueran un premio; los adultos tenían vasitos de vino o cerveza. Todo parecía sacado de una película navideña clásica, pero con palmeras en lugar de nieve.

Mientras avanzábamos por Main Street, las luces empezaron a encenderse — no todas de golpe, sino poco a poco, como un espectáculo que se va revelando. Carol (la guía) nos animó a cantar “Jingle Bells” y admito que solo balbuceé la mitad de la letra. Los Trolley Troubadours se unieron con armonías que hasta hicieron que mi papá intentara cantar (y él no es mucho de cantar en público). En un momento pasamos por los Jardines Botánicos Marie Selby, iluminados como un cuento de hadas, alguien detrás mío susurró eso. Hubo un silencio cuando nos contaron una historia sobre la Navidad en Sarasota — algo de naranjas y desfiles antiguos — y se podía sentir la historia entre canción y canción.

No esperaba reír tanto. Blitzen y Vixen (sí, así se llamaban los conductores esa noche) no paraban de hacer chistes por el altavoz — casi siempre sobre perdernos si no cantábamos fuerte. Había familias con suéteres a juego, parejas tomadas de la mano, hasta un adolescente que fingía no importarle pero terminó cantando “Feliz Navidad” a todo pulmón. El aire acondicionado hacía su trabajo mientras afuera la gente saludaba desde las aceras o los porches. No siempre afinábamos, pero eso lo hacía aún más especial.

El paseo terminó demasiado rápido para mí. Salimos de nuevo a la cálida noche de Florida con las mejillas adoloridas de tanto sonreír. Todavía me acuerdo de la última canción que quedó resonando después de bajarnos — se me quedó pegada toda la semana, ¿sabes?