Recorre los pasos de Van Gogh en un paseo de 10 km junto al río Oise desde París hasta Auvers-sur-Oise, disfruta un almuerzo en los jardines del castillo y visita los lugares que pintó, todo acompañado por un guía local. Momentos de calma junto al río, risas con snacks y el arte cobrando vida donde sucedió.
Lo primero que noté al bajar del tren desde París fue cómo el aire se sentía distinto—más verde, o quizás más tranquilo. Se escuchaba un murmullo suave del río Oise mientras empezábamos a caminar, y nuestra guía (Marie, que creció cerca) señalaba flores silvestres que yo jamás habría visto. Tenía la costumbre de detenerse a mitad de frase para escuchar a los pájaros—y, la verdad, eso me hizo bajar el ritmo también. El camino estaba vacío; solo nosotros y un par de lugareños pescando, que nos saludaban con un gesto. No podía dejar de pensar en cómo Van Gogh debió haber visto esos mismos campos.
Al mediodía llegamos al Château d’Auvers-sur-Oise. El almuerzo fue en el jardín a la francesa—setos perfectamente recortados y grava bajo los pies, pero aún se percibía el olor a hierba y algo dulce que venía de la cocina. Marie sacó unos snacks (aún no sé cómo se llama ese queso—Li se rió cuando intenté decirlo en francés) y nos sentamos en un rincón soleado donde mi bocadillo sabía mejor que cualquier comida de café. El museo no está incluido en esta excursión a Auvers-sur-Oise, pero sinceramente, estar ahí con todos fue como una exposición en sí misma.
Después de comer, paseamos por el pueblo donde Van Gogh pasó sus últimos días. Marie nos mostró los lugares que pintó—sacaba postales junto a las escenas reales para que viéramos qué había cambiado y qué seguía igual. La iglesia de su famosa pintura parecía más pequeña de lo que imaginaba, casi sencilla, salvo por cómo la luz de la tarde iluminaba sus piedras. Vimos la casa donde se alojó; alguien había dejado girasoles en la puerta esa mañana. Esa imagen se me quedó grabada más de lo que pensé.
La caminata es de unos 10 km a un ritmo tranquilo.
El almuerzo es tipo picnic en los jardines del castillo; se ofrecen algunos snacks pero no comida de restaurante.
No, la entrada al museo no está incluida; el tiempo se dedica a disfrutar el jardín para el almuerzo.
Se toma un tren de 40 minutos desde París hasta la reserva natural del Vexin antes de comenzar la caminata.
Se recomienda poder caminar cómodamente 10 km a ritmo moderado; no es ideal para personas con baja condición física o ciertas condiciones de salud.
Sí, hay opciones de transporte público cerca de ambos puntos de inicio y fin del recorrido.
Sí, visitarás varios sitios que pintó, incluyendo su última casa y la iglesia de su obra más famosa.
Tu día incluye una caminata guiada de 10 km junto al río Oise siguiendo los pasos de Van Gogh desde París hasta Auvers-sur-Oise, almuerzo picnic con snacks en los jardines del castillo (sin entrada al museo), historias contadas por un guía local y fácil acceso en transporte público ida y vuelta.
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