Pisarás la superficie arenosa del glaciar Sólheimajökull con un guía local que conoce cada grieta y historia. Prepárate para el auténtico clima islandés, equipo incluido y tiempo para detenerte en las grietas o practicar tu mejor pronunciación islandesa. Es un reto, pero vale la pena — ese silencio extraño te acompañará mucho después de irte.
Ya estábamos atándonos las botas en el aparcamiento de Sólheimajökull cuando me di cuenta de lo mucho más oscuro que se veía el glaciar de cerca — vetas de ceniza entrelazadas en el hielo, como si alguien lo hubiera pintado con carbón. Nuestro guía, Einar, repartía cascos y crampones mientras bromeaba sobre el clima islandés (decía que si no te gusta, solo espera cinco minutos). Me costó un poco colocarme el arnés; Einar sonrió y me lo ajustó con soltura. El viento traía un olor mineral y punzante del hielo que aún no sé cómo describir.
Pisar el glaciar se sentía raro, como crujiente — nada resbaladizo como esperaba, sino arenoso donde la ceniza volcánica se mezclaba. Paramos en una grieta que parecía no tener fondo; Einar golpeó el borde con su piolet y nos contó cómo estas fisuras cambian cada temporada. Alguien preguntó si alguna vez se cansa de esa vista y él se encogió de hombros, diciendo que cada día aquí es distinto. Hubo un momento en que solo escuchábamos el chirrido de nuestras botas y el agua derretida goteando a lo lejos. Fue un silencio casi fantasmal.
Intenté pronunciar “Sólheimajökull” y lo hice fatal — Einar se rió y me dio una versión más lenta para practicar (todavía no estoy seguro de haberlo conseguido). La caminata fue constante pero exigente; hay que ir con cuidado y confiar en los pinchos de las botas. En un momento se me cayó el guante y la mano tocó el hielo — más frío de lo que esperaba, casi pegajoso. Nos hicimos una foto de grupo junto a una mancha azul donde el sol rompió las nubes por un par de minutos antes de que todo volviera a gris. Esa chispa de color se me quedó grabada más que cualquier postal.
La caminata es de dificultad media; no se recomienda para niños menores de 12 años ni personas con limitaciones físicas.
Sí, se incluyen crampones, cascos, arnés y piolet para todos los participantes.
El encuentro con el guía es directamente en el aparcamiento de Sólheimajökull para equiparse y recibir instrucciones.
No, por razones de seguridad no se recomienda para menores de 12 años.
No, solo se proporciona el equipo de seguridad y la guía, no se incluyen comidas.
Sí, todos los guías están certificados y tienen experiencia en excursiones seguras por glaciares.
Debes venir con botas de montaña y guantes; el resto del equipo te lo proporcionan en el lugar.
Tu día incluye encontrarte con un guía local certificado en el aparcamiento de Sólheimajökull, ponerte crampones, casco, arnés y piolet antes de adentrarte en el glaciar juntos — no necesitas traer más equipo aparte de tus botas y guantes.
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