Esta es tu oportunidad para probar los clásicos de la comida callejera de Palermo —desde arancinas hasta cannoli— mientras recorres mercados vibrantes con un chef local. Disfruta jugo de naranja fresco en Ballarò, snacks tradicionales en Piazza Kalsa y brinda con vino zibibbo en la taberna más antigua. Ven con hambre de sabores reales y historias únicas.
“Prueba esta, solo un poco picante,” sonrió nuestro guía mientras me pasaba una arancina calentita directamente del puesto. Apenas habíamos dado tres pasos desde el Teatro Massimo cuando el ritmo de la ciudad nos atrapó: motos zigzagueando, viejos discutiendo sobre un espresso, y ese leve aroma a garbanzos fritos que flotaba cerca. El sol de la mañana rebotaba en los escalones de mármol de la ópera mientras empezábamos, con hambre y curiosidad.
El mercado de Ballarò despertó todos mis sentidos a la vez: vendedores gritando en dialecto, naranjas apiladas más alto que yo, y esa mezcla de cítricos con aire marino que solo se siente en Palermo. Nuestro chef-guía parecía conocer a todo el mundo; nos hizo señas para un jugo de naranja fresco y luego nos llevó a una panadería diminuta donde el sfincione dejó aceite de oliva en mis dedos. En la Piazza Kalsa, paramos bajo balcones barrocos desgastados para probar panelle y cazzilli, riendo cuando alguien dejó caer una miga y las palomas atacaron al instante.
Nunca pensé que comería “pane ca meusa” —el famoso sándwich de bazo— pero con un sorbo de vino local todo cobró sentido. Antes de ir al mercado de Vucciria, entramos en una tienda antigua donde me probé una coppola (el dueño insistió en que me quedaba bien). El tour terminó en una taberna bulliciosa escondida tras los puestos; morder un cannolo crujiente con un vino zibibbo en mano fue el cierre perfecto: dulce, desordenado y totalmente siciliano.
El tour suele durar medio día, dándote tiempo suficiente para explorar varios barrios y mercados sin prisas.
Sí, solo avisa a tu guía sobre cualquier necesidad al reservar. Hay opciones vegetarianas en la mayoría de las paradas.
No es necesario, las degustaciones están incluidas en el precio. Si quieres comprar snacks extra o souvenirs (como una coppola), llevar algo de efectivo puede ser útil.
¡Sí! Disfrutarás jugo fresco en el mercado y degustaciones de vinos locales o cervezas artesanales durante el recorrido.
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