Camina por las montañas volcánicas de Michoacán con un guía local y observa millones de mariposas monarca llenando el aire a tu alrededor. Siente la brisa con aroma a pino mientras recorres un bosque lleno de color, y disfruta de una comida en el santuario antes de regresar — una experiencia que recordarás cada vez que veas una mariposa.
Sentí un suave aleteo, como papel movido por el viento — no era como el vuelo de los pájaros, más bien como confeti flotando en la brisa. Acabábamos de bajar de la camioneta al borde del bosque en Michoacán, y nuestro guía, Martín, sonrió al verme con los ojos bien abiertos. “Espera a que subamos un poco más,” dijo, y la verdad pensé que exageraba. Pero al empezar a subir la ladera volcánica (es más empinada de lo que parece), las alas naranjas seguían pasando a nuestro lado, a veces posándose en una mochila o un sombrero. El aire olía a pino y tierra húmeda — recuerdo rozar la corteza cubierta de musgo solo para sentirla.
Cuanto más subíamos, más mariposas nos rodeaban. En un momento dejé de hablar porque había tantas monarcas revoloteando entre los árboles que parecía caminar dentro de una cortina viva. Algunos a mi alrededor se quedaron quietos con la boca abierta — seguro yo también tenía esa cara. Martín nos contó cómo estas mariposas viajan miles de kilómetros desde Canadá y Estados Unidos cada año para hibernar aquí, y eso me hizo sentir una conexión especial con ellas. Hubo un instante en que una se posó en mi manga y se quedó ahí moviendo sus alas; no me moví ni un segundo.
La comida la sirvieron justo en el santuario — algo sencillo pero delicioso después de tanta caminata (creo que era sopa tarasca, Martín se rió cuando intenté decirlo). Todo el grupo terminó compartiendo historias mientras comíamos tortillas, y los niños corrían persiguiendo mariposas por ahí cerca. De regreso, con las piernas cansadas y los zapatos embarrados, seguía mirando al cielo esperando ver un último destello naranja. Aún hoy cierro los ojos y veo esas alas naranjas por todos lados.
El tour incluye transporte privado directo al santuario en las montañas volcánicas de Michoacán.
Sí, la comida se sirve en el santuario después de la caminata.
Se recomienda tener una condición física moderada por el terreno montañoso.
Sí, el boleto de entrada al santuario está incluido.
Sí, un guía local acompaña al grupo durante toda la visita.
Usa zapatos cómodos para caminar y lleva ropa en capas por el cambio de clima en la montaña.
No se recomienda para mujeres embarazadas debido a la actividad física que implica.
Tu día incluye transporte privado desde el pueblo hacia las montañas volcánicas de Michoacán, boleto de entrada al santuario de mariposas monarca, vehículo con aire acondicionado para mayor comodidad en caminos sinuosos y comida en el sitio antes de regresar juntos.
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