Nadarás en cinco cenotes escondidos cerca de Playa del Carmen, acompañado por un guía que conoce estos pozos de la selva al detalle. El transporte está incluido, así como chalecos salvavidas y gafas si quieres usarlos. Tras descubrir el lado más tranquilo de la Riviera Maya, terminarás con una comida local fresca y agua de fruta — el broche perfecto para una aventura auténtica.
Creía que ya había visto cenotes antes, pero esto fue distinto: sin multitudes, sin fila de palos de selfie, solo nosotros y el canto de las cigarras. La van nos recogió frente a Los Bisquets de Obregón (casi me lo pierdo porque me distrajo el aroma a pan recién horneado). Nuestro guía, Luis, nos saludó con una sonrisa que parecía la de un amigo de toda la vida listo para la aventura. Está a solo un corto viaje al sur de Playa del Carmen, pero la verdad es que el mundo cambia rápido cuando te sales de la carretera principal y te adentras en la selva. No podía dejar de pensar: ¿cómo es que aún existen lugares así?
El primer cenote estaba fresco y cristalino — no helado, justo para despertarte. Luis repartió chalecos salvavidas y gafas de snorkel (yo no soy buen nadador, así que me ayudó mucho), y luego señaló unos pececitos que nadaban entre mis dedos. Nos contó historias mayas sobre los cenotes como portales sagrados; intenté imaginar ceremonias antiguas mientras mi amigo me salpicaba con agua. Cada pozo tenía su propia magia: uno era azul profundo con raíces colgando como cortinas, otro parecía casi oculto bajo un manto de árboles. En un momento solo floté boca arriba, escuchando solo pájaros y mi respiración — una paz extraña pero hermosa.
Cuando terminamos de nadar en los cinco cenotes (sí, cinco — perdí la cuenta en el tercero), ya estaba muerto de hambre. Regresamos a Playa del Carmen para almorzar en Lara & Luca. El agua de fruta sabía como si alguien hubiera exprimido el sol en mi vaso (creo que ese día era guayaba). Luis bromeó sobre lo hambrientos que estábamos y, la verdad, no iba mal. La comida fue sencilla pero deliciosa — ¿será que todo sabe mejor después de horas nadando? Aún no lo sé.
Sigo pensando en ese momento de tranquilidad flotando en el último cenote — la luz del sol filtrándose entre las hojas, el agua fresca contra mi piel. Si buscas una excursión desde Playa del Carmen que se sienta privada sin ser pretenciosa ni complicada, esta es la opción. Ah, y no te preocupes por la lluvia; Luis dijo que hacen tours llueva o truene… y aquí eso tiene todo el sentido.
Visitarás cinco cenotes diferentes durante el recorrido.
Sí, el transporte ida y vuelta desde Playa del Carmen está incluido.
Sí, se entregan chalecos salvavidas y gafas para todos los participantes.
Sí, después de nadar disfrutarás una comida en el restaurante Lara & Luca.
Sí, la experiencia se lleva a cabo sin problemas incluso con lluvia.
Sí, hay opción privada disponible para grupos exclusivos.
El punto principal de recogida es frente a Los Bisquets de Obregón, en la calle Constituyentes con avenida 20.
Recibirás un menú de tres tiempos (de lunes a viernes) o plato principal (fines de semana y festivos), además de agua fresca de fruta.
Tu día incluye transporte ida y vuelta desde Playa del Carmen o Tulum, acceso a cinco cenotes privados con chalecos y gafas, todas las entradas, agua embotellada durante la aventura y una comida completa con agua fresca en un restaurante internacional antes de regresar.
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