Pedalea por los viñedos de Hawke’s Bay en un tour fácil y autoguiado con paradas para catar vinos y almorzar en bodegas locales. Incluye mapa, casco y asistencia en ruta, además de recoger las botellas que compres para que disfrutes sin preocupaciones y vivas momentos inolvidables.
Lo primero que noté al recoger mi bici en Ash Ridge Wines fue el aroma: una mezcla de hierba fresca y algo dulce que venía de las vides. El chico de la tienda me dio un mapa y me señaló qué bodegas estaban abiertas ese día (no todas lo están entre semana, así que conviene comprobarlo). Sonrió cuando le pregunté si realmente era tan llano como decían — “Ya verás,” me dijo. Y no mentía. El camino es prácticamente plano todo el rato, perfecto porque hacía meses que no montaba en bici.
Empecé a pedalear hacia Sileni Estates, a solo un par de minutos. Se escuchaba un zumbido tranquilo de las cigarras y de vez en cuando una brisa traía olor a tierra y hojas calentadas por el sol. En Sileni probé un chardonnay con un toque casi mantecoso — no sé si es la palabra exacta, pero me quedó grabado. El personal no tenía prisa; la gente se quedaba disfrutando de tablas de quesos o simplemente mirando las vides. Terminé charlando con una pareja de Wellington que ya había comprado dos botellas (la tienda las guarda para ti, así no tienes que cargar con nada).
Después perdí un poco la noción del tiempo. La ruta atraviesa Bridge Pa Triangle y Gimblett Gravels — nombres que solo había visto en etiquetas antes. Algunos sitios tenían menú más amplio para almorzar (paré en Oak Estate para probar algo con queso de cabra local), otros solo ofrecían catas. En un momento se me salió la cadena y me puse un poco nervioso, pero el soporte en carretera llegó en menos de diez minutos y lo arregló mientras charlábamos de los resultados del rugby.
Al final de la tarde todo parecía ir más despacio — quizá por el vino o porque el sol bajaba sobre esas interminables filas de viñas. Las piernas me dolían, pero de esa manera buena que te hace saber que te has ganado la cena. Devolver la bici se sintió raro, como si fuera el final; una parte de mí quería seguir pedaleando hasta que anocheciera. Aún ahora, cuando pruebo un sauvignon blanc en casa, recuerdo el silencio entre paradas allá afuera.
El recorrido suele durar entre cuatro y seis horas, según cuántas bodegas visites y cuánto tiempo pases en cada parada.
No, no incluye recogida en hotel; el punto de inicio es la bodega Ash Ridge Wines, donde te entregan la bici.
No, no todas abren entre semana; la mayoría lo hace los fines de semana, pero es mejor confirmar antes o preguntar al recoger la bici.
Sí, hay remolques para niños y asientos para bebés si los pides al reservar; la edad mínima para beber es 18 años.
Incluye asistencia en carretera, que llegará a ayudarte si tienes un pinchazo o cualquier problema mecánico.
Tu día incluye el uso de bicicleta y casco, un mapa detallado para guiarte por los viñedos de Hawke’s Bay, asistencia en ruta para cualquier imprevisto y la recogida de las botellas que compres (en verano) para que no tengas que cargar con ellas.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?