Canal de Panamá y Lago Gatún: Crucero por la selva con fauna y caminata

4.84

(145 reseñas)

¿Cómo es la experiencia?

No esperaba que el Canal de Panamá se sintiera tan vivo. El camino desde la ciudad fue tranquilo, solo yo, una pareja de Canadá y nuestro guía Luis, que no paraba de señalar aves que jamás habría notado. Al llegar a Gamboa, el aire se sentía denso y verde. Subimos a una pequeña lancha cubierta y de repente navegábamos junto a enormes barcos en el Lago Gatún. Podía oler tierra húmeda y algo dulce, ¿quizá orquídeas? Luis me pasó unos binoculares, pero la verdad es que la mitad del tiempo solo miraba cómo el agua se movía a nuestro alrededor.

El primer mono que vimos, un capuchino, saltó a una rama tan cerca que casi me asusté. Luis sonrió y dijo que a veces se atreven si llevas fruta. Pasamos por pequeñas islas donde los monos aulladores lanzaban un llamado profundo que vibraba en el pecho. Hubo un momento en que todo quedó en silencio, salvo ese sonido y el chapoteo de una iguana cayendo al agua. Es curioso lo tranquilo que se sentía, a pesar de toda esa vida salvaje alrededor.

Después del crucero, caminamos por Soberanía siguiendo Pipeline Road. No fue una caminata difícil, pero sí calurosa, de ese calor pegajoso que hace que la camiseta se te pegue a la espalda. De vez en cuando Luis se detenía para mostrarnos algo pequeño: una mariposa azul posándose en un sombrero, o una orquídea trepando por un tronco. Nos enseñó a reconocer perezosos (busca algo que parezca un manojo de musgo). En un momento se rió de mi intento de pronunciar “quetzal” en español — todavía no lo logro bien. Pero sigo pensando en esos destellos de color entre los árboles.