Entrarás en las históricas bodegas Poças de Porto con un guía local, recorrerás barriles centenarios y catarás tres vinos de Oporto únicos—incluyendo Tawny y Blanco—acompañados de galletas saladas. Entre historias reales de quienes elaboran estos vinos, tendrás momentos para saborear sabores inesperados que perduran mucho después.
“Tienes que oler esto,” nos dijo Ana, nuestra guía, mientras nos ofrecía una copa entre filas de barriles antiguos en Poças, Porto. El ambiente era fresco, con esa humedad que se te mete en las mangas, y el aire olía dulce y amaderado, como pasas al sol pero con un toque más profundo. Nunca me había parado a pensar cómo se consigue ese sabor en el vino de Oporto, pero Ana lo explicó con una sonrisa y un encogerse de hombros, hablando de su tío que aún trabaja aquí de vez en cuando. Me gustó esa cercanía—no parecía un museo, sino el garaje de una familia, solo que con bebidas mucho mejores.
El paseo por la bodega de crianza fue más tranquilo de lo que esperaba. Se oían nuestros pasos resonar en el suelo de piedra y de vez en cuando alguien soltaba una risa suave con alguna historia del Valle del Duero o de alguna cosecha loca. Intenté recordar los tipos de vino: Tawny, LBV (Late Bottled Vintage), Oporto Blanco… pero, la verdad, cuando llegamos a la sala de catas, solo pensaba en cómo sabrían. Las galletas que nos dieron eran saladas y simples—perfectas para no alterar el paladar, dijo Ana. Me guiñó un ojo cuando me oyó pronunciar “Lágrima”. No lo clavé del todo.
No esperaba que me gustara tanto el Oporto blanco. Estaba frío y casi floral—difícil de describir, pero me recordó a una primavera lejana. Charlamos un rato con otra pareja de Lisboa; vienen cada año a por nuevas botellas. La tienda está justo ahí si quieres llevarte algo extra (yo caí). No hay prisa—puedes quedarte un rato junto a la ventana viendo pasar a la gente. Incluso horas después de salir, seguía oliendo ese tenue aroma a roble y azúcar en mi chaqueta.
Sí, todas las áreas y superficies son accesibles para silla de ruedas durante toda la experiencia.
Probarás tres vinos diferentes: Tawny de 10 años, LBV (Late Bottled Vintage) y Oporto Blanco.
Sí, las catas van acompañadas de galletas saladas para complementar los vinos.
Bebés y niños pequeños pueden asistir; se permiten cochecitos durante la visita.
Sí, hay opciones de transporte público cercanas para llegar fácilmente.
No, la guía explica todo de forma sencilla y cercana.
Sí, hay una tienda donde puedes comprar cualquiera de las botellas disponibles tras la cata.
Tu día incluye una visita guiada por la bodega de crianza de Poças en Porto con historias de un guía local, la cata de tres vinos de Oporto distintos—Tawny de 10 años, Late Bottled Vintage (LBV) y Oporto Blanco o Lágrima—todos acompañados cuidadosamente con galletas saladas antes de volver a la ciudad.
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