Sube a una lancha rápida desde Setúbal con un guía local en busca de delfines salvajes en el estuario del río Sado. Observa delfines mulares muy cerca, navega junto a las playas impresionantes de Arrábida y siente el rocío del mar mientras te adentras en su mundo tranquilo. Un momento que recordarás para siempre.
No esperaba sentir nervios por ver delfines, pero ahí estaba esa pequeña emoción cuando dejamos atrás Setúbal. El aire de la mañana tenía ese toque salado típico del Atlántico, y nuestro guía João nos sonreía como si supiera algo que nosotros no. Señaló la playa de Albarquel mientras pasábamos a toda velocidad, el agua brillando en tonos azul y verde bajo las nubes. No dejaba de pensar: ¿y si hoy no aparecen?
La lancha era más rápida de lo que imaginaba, no brusca, pero sí lo suficiente para que el viento me despeinara y tuviera que sujetar el sombrero. João bromeó con la “velocidad delfín” (creo que se refería a la lancha, no a nosotros), y de repente apagó el motor. Silencio, solo el agua golpeando el casco. “Miren”, dijo en voz baja, señalando una sombra oscura justo bajo la superficie. Delfines mulares, más grandes de lo que pensaba, casi gris antracita de cerca. Salieron a la superficie tan cerca que pude ver sus cicatrices y escuchar el soplido al exhalar. Alguien intentó grabar, pero terminó riendo — se sentía raro mirar a través de una pantalla.
Navegamos frente a las playas de Figueirinha y Galapos, con acantilados que se alzaban detrás de la arena clara. João nos contó que estos delfines llevan generaciones aquí — apenas unas treinta crías en esta colonia del río Sado. El cielo cambiaba entre sol y llovizna, y todo olía a piedra mojada y algas. En un momento, delfines comunes pasaron veloces más lejos (tan rápido que apenas los vi), pero en su mayoría éramos solo nosotros y la colonia de mulares haciendo círculos lentos cerca de la lancha.
Siempre recuerdo ese instante en que todo quedó en silencio, solo los respiros de los delfines y la voz suave de João explicando sus costumbres. No fue perfecto — mis zapatos se empaparon con el rocío y mi portugués es pésimo — pero, sinceramente, eso lo hizo aún mejor.
La empresa encuentra delfines en cerca del 99% de los paseos; si no, te dan un cupón para regresar gratis.
Los delfines mulares tienen una colonia permanente en el estuario del río Sado; también se ven delfines comunes en mar abierto.
La duración exacta no está especificada, pero incluye navegar por varias playas y buscar delfines; el tiempo puede variar según los avistamientos.
No se menciona recogida; la salida es desde el puerto de Setúbal.
Sí, los bebés deben ir en el regazo de un adulto; es apto para todos los niveles físicos excepto embarazadas o personas con lesiones en la columna.
Sí, los animales de servicio están permitidos a bordo durante el tour.
Recomiendan ropa o calzado impermeable por el rocío del mar; puedes llevar cámara para fotos o videos.
Tu día incluye un paseo en lancha rápida desde Setúbal con un patrón local experto que te guiará por el estuario del río Sado para buscar delfines mulares y comunes en libertad, con oportunidades de verlos muy de cerca mientras pasas por las playas y acantilados de Arrábida antes de regresar al puerto.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?