Recorrerás calles medievales en Sibiu, subirás a torres con vistas panorámicas y disfrutarás de la paz del Monasterio de Cozia, todo acompañado por un guía local amable que conoce cada atajo y leyenda.
El viaje desde Bucarest comenzó temprano; hay algo especial en salir de la ciudad antes del amanecer que te hace sentir como si te escaparas a una aventura. Nuestro guía, Andrei, nos mantuvo despiertos con historias sobre la antigua Valaquia mientras serpenteábamos por las colinas. A media mañana, llegamos al Monasterio de Cozia. El aire olía ligeramente a pino e incienso; alguien debía haber terminado justo las oraciones matutinas. El río Olt corre justo al lado, y si te acercas a las paredes de piedra, puedes escuchar el agua. Aquí reina la calma, salvo por algún cuervo ocasional. Recuerdo tocar las piedras frías, con más de 600 años, y pensar en cuántas manos habrían hecho lo mismo.
El centro histórico de Sibiu parece un decorado de película, pero es vida real: calles empedradas, fachadas en tonos pastel y esos “ojos” en los tejados que te observan. Paseamos por Piata Mare (la Gran Plaza), donde los locales disfrutan de un café en mesitas diminutas frente al Café Wien. Cerca del Palacio Brukenthal, un músico callejero tocaba el acordeón; su sombrero estaba medio lleno de monedas y nos saludó con un gesto al pasar. Nuestro guía señaló detalles que habría pasado por alto: pasadizos secretos entre edificios, placas que marcan antiguos gremios e incluso una panadería que lleva aquí desde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Si te animas (y no te importa un poco de ejercicio), subir a la torre de la Catedral Evangélica vale cada uno de esos 192 escalones. Mis piernas temblaban arriba, pero qué vista: se extiende sobre tejados rojos hasta las montañas Făgăraș. Tomé una foto justo cuando las campanas de la iglesia marcaron el mediodía; su eco resonó por toda la ciudad y sacó una sonrisa a todo el grupo. Al bajar, mis manos rozaron los pasamanos centenarios, pulidos por miles antes que yo.
La excursión completa suele durar unas 12 horas, incluyendo el viaje de ida y vuelta entre Bucarest y Sibiu. Tu guía ajustará los tiempos según tu ritmo.
Sí, hay que caminar por el casco antiguo de Sibiu y subir escaleras en la torre de la catedral, pero siempre puedes tomar descansos o saltarte partes si lo necesitas.
No se incluyen comidas, pero tu guía podrá recomendarte excelentes lugares locales para almorzar o tomar un café en Sibiu.
¡Por supuesto! El itinerario es flexible: puedes pasar más o menos tiempo en cada lugar o añadir paradas extra en el camino.
Tu propio coche privado (o minibús) con un guía/conductor licenciado que habla inglés solo para tu grupo; todos los impuestos; combustible; estacionamiento; peajes; cambios flexibles en el itinerario incluso después de comenzar; se aceptan animales de servicio; asientos para bebés disponibles si los necesitas.
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