Recorrerás las calles vibrantes de Bo-Kaap, subirás en teleférico a Table Mountain (ticket no incluido), verás pingüinos en Boulders Beach y estarás donde se encuentran dos océanos en Cape Point—todo con guía local y recogida en hotel. Prepárate para risas, viento enredando el pelo y quizá un encuentro con pingüinos que recordarás mucho después de dejar Ciudad del Cabo.
Lo primero que recuerdo es el azul—un azul intenso. Acabábamos de salir en Bo-Kaap, y las casas eran de todos los colores que puedas imaginar, pero sobre ellas el cielo tenía ese azul tan característico de Ciudad del Cabo que te hace entrecerrar los ojos. Nuestro guía, Sizwe, nos contó la historia del Barrio Malayo mientras un niño pasaba zumbando en su patinete casi chocando conmigo (me sonrió como si lo hubiera hecho a propósito). Intenté decir “salaam” a una señora mayor que barría la puerta de su casa; ella me sonrió, aunque seguro que lo dije mal.
Luego llegó Table Mountain. Subir en el teleférico es casi surrealista—los oídos se tapan mientras subes y de repente la ciudad parece de juguete. Arriba hacía un viento que te despeinaba sin piedad. Sizwe señaló Robben Island entre la bruma. Toqué una de esas plantas de fynbos tan suaves que parecía irreal. La verdad, no esperaba sentirme tan pequeño allí arriba. La frase clave para esta excursión es “excursión de un día a Table Mountain en Ciudad del Cabo”—no es exageración.
La bajada por Chapman's Peak es otro mundo—acantilados que caen al mar espumoso, ciclistas con ropa fluorescente pasando a toda velocidad (¿cómo no los lleva el viento?). Paramos para hacer fotos, pero yo me quedé mirando por la ventana. En Cape Point subimos en el funicular porque mis rodillas protestaban; Sizwe nos habló de naufragios y faros perdidos en la niebla. El aire tiene un toque salado y a veces se oyen babuinos ladrando en algún lugar abajo.
Boulders Beach estaba lleno de pingüinos—más ruidosos de lo que esperaba. Si tienes suerte, te pasan caminando entre los pies (uno me picoteó el cordón del zapato). El olor… digamos que los pingüinos no se cortan en ser ellos mismos. Almorzamos en Simon’s Town un fish and chips con vinagre que me picó la nariz—pero para bien—y luego volvimos pasando por Muizenberg, donde las casitas de colores se alinean como caramelos en un pastel. De camino a casa no paraba de pensar en lo antiguo que se siente todo aquí—como capas de historias bajo cada señal o pared pintada.
La excursión dura entre 8 y 10 horas, incluyendo todas las paradas desde la recogida en el hotel hasta la vuelta.
No, debes comprar tu ticket para el teleférico de Table Mountain online antes de la excursión.
No, el almuerzo no está incluido; tendrás tiempo libre para comer en Simon’s Town.
Sí, la recogida y regreso al hotel están incluidos en zonas céntricas de Ciudad del Cabo.
Algunos costes como el peaje de Chapman's Peak están incluidos; otros, como Table Mountain, no.
Sí, bebés y niños pequeños pueden unirse; disponemos de asientos especiales para bebés si es necesario.
Sí, el transporte es accesible para sillas de ruedas durante toda la excursión.
Sí, visitarás Boulders Beach para ver de cerca a los pingüinos africanos desde pasarelas.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel en el centro o barrios cercanos, vehículo con aire acondicionado y agua embotellada (muy necesaria tras el aire salado), todos los costes de combustible y peajes de Chapman's Peak, además de un guía local profesional que comparte historias y datos en cada parada, desde Bo-Kaap hasta Boulders Beach, antes de llevarte de vuelta al hotel al final del día.
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