Sube en el funicular Sant Joan hasta la cima de Montserrat y sigue un sendero fácil con tu guía—aire con aroma a tomillo, vistas tranquilas, historias de monjes y peregrinos. Prueba quesos locales en un mercado cercano antes de regresar a Barcelona en una van cómoda. No se trata de correr, sino de sentir la esencia de este lugar único.
“No mires hacia abajo,” sonrió Marta justo al subir al funicular de Sant Joan—pero ya era tarde, yo no podía dejar de mirar cómo Barcelona se hacía pequeñita detrás de nosotros. El cristal se empañaba con nuestro aliento y alguien derramó café (quizá fui yo) en el suelo. Arriba, todo parecía más intenso: el viento, la luz reflejada en esas rocas tan peculiares de Montserrat, hasta mis propios pensamientos. Marta señaló por dónde subían los peregrinos—sin funicular en aquellos tiempos—y traté de imaginarme esa subida en sandalias. No para mí.
La caminata fue casi toda cuesta abajo (menos mal), pero no era solo andar. Hubo un momento en que paramos y nadie dijo nada—el aire olía a tomillo y a algo dulce que no supe identificar, ¿flores silvestres quizá? Se oían campanas del monasterio abajo, lejanas pero presentes. Éramos un grupo pequeño, nadie tenía prisa; un chico se paraba a fotografiar lagartijas tomando el sol en las rocas. Marta nos contó historias de monjes que escondían libros en tiempos de guerra—lo narraba como si fuera una película. No esperaba interesarme por la rutina de los monjes, pero ahora sé que madrugan mucho (demasiado para mí).
Después, paseamos por el mercado de agricultores cerca del monasterio. La señora del queso me ofreció algo suave y con un toque ácido—intenté preguntar en catalán y se rió, corrigiendo mi acento con un guiño. Compré un poco, aunque aún no sé qué tipo de queso era. Para entonces, mis manos estaban pegajosas de probar miel. Tuvimos tiempo para curiosear antes de volver a Barcelona; me senté en un muro bajo y miré las nubes deslizarse sobre la montaña un rato más del previsto.
El tour es de medio día, incluyendo el traslado y las actividades en Montserrat.
Sí, la recogida en Barcelona está incluida en una van con aire acondicionado para 8 personas.
Los grupos son pequeños, máximo 8 personas, para una experiencia más cercana.
Es una ruta fácil de una hora con vistas panorámicas, empezando desde la cima tras subir en funicular.
El precio del tour incluye el billete de ida para el funicular Sant Joan.
Sí, la entrada a la Basílica de Santa María de Montserrat está incluida.
Habrá tiempo para probar productos locales como quesos y miel en un mercado cercano al monasterio.
La ruta es accesible para todos los niveles físicos; hay asientos para bebés si se necesitan.
El día incluye recogida en Barcelona en una van cómoda para máximo 8 personas, entrada a la basílica de Santa María de Montserrat, una caminata guiada por el paisaje único de Montserrat con bastones de senderismo si quieres, y tu billete para el funicular Sant Joan que sube directo a esas formaciones rocosas tan impresionantes. También tendrás tiempo para visitar un mercado local y probar quesos o miel antes de volver a la ciudad.
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