Recorrerás calles milenarias con un guía local que conoce cada atajo y historia de Fez, desde las puertas del palacio hasta panaderías escondidas y las famosas curtiembres. Si buscas una experiencia auténtica de la cultura marroquí (y tal vez llevarte algún cuero), este tour lo tiene todo sin prisas.
El aire de la mañana en Fez se siente distinto: más fresco, con un toque de especias que se cuela por las estrechas calles de la medina. Nuestro guía, Youssef, nos esperaba puntualmente a las 10 am en el lobby del hotel (bromeó con la “hora marroquí”, pero llegó temprano). Primera parada: el Palacio Real. Las puertas de bronce brillaban al sol y se oían risas de niños detrás de los altos muros. No pudimos entrar, pero Youssef nos contó detalles sobre los mosaicos y nos señaló los uniformes de los guardias, donde cada color tiene un significado especial.
Después fuimos al barrio judío, o Mellah. Las calles aquí son más anchas que en la medina y se percibe un suave aroma a pan recién hecho que viene de una pequeña panadería en la Rue des Mérinides. Nos detuvimos un momento a ver a un anciano alimentar palomas junto a una puerta azul desgastada. Luego subimos a un mirador panorámico que vale la pena solo por esa vista brumosa sobre tejados y minaretes. La Mezquita de Karaouine está escondida en el laberinto; solo pueden entrar musulmanes, pero se puede asomar uno por una puerta lateral y ver su patio con azulejos verdes.
La Medersa Bou Inania estaba más tranquila de lo que esperaba: solo nuestro pequeño grupo y un par de estudiantes locales dibujando patrones en sus cuadernos. La talla en madera es impresionante; puedes pasar los dedos por grabados que tienen siglos de antigüedad. Luego llegó mi parte favorita: la curtiduría Chouara. El olor te llega antes de verla (las ramitas de menta ayudan), pero ver a los artesanos teñir el cuero en esos tanques de piedra es otra historia. Terminamos paseando por los zocos donde los tenderos nos ofrecían té de menta y nos enseñaban cómo preparan los productos de cuero para enviarlos al extranjero, súper útil si quieres comprar regalos.
¡Claro que sí! Se puede llevar cochecito y hay muchas paradas para descansar o tomar algo.
Sí, la mayoría de las cooperativas confiables aceptan tarjeta y también envían internacionalmente.
Lo mejor son zapatos cómodos por las piedras irregulares de la medina y ropa ligera en capas, ya que las mañanas pueden ser frescas.
Tu día incluye recogida y regreso al hotel, un guía experto, licenciado y multilingüe (nuestro guía hablaba inglés, francés y español), además de salidas flexibles por la mañana o la tarde para ajustarse a tu horario.
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