Recorre con un guía local el animado Bairro Alto de Lisboa al caer la noche, probando petiscos como chouriço y peixinhos da horta, disfrutando vinos portugueses en bares pequeños, escuchando historias del pasado lisboeta y terminando con pastel de nata y oporto en un rincón secreto que solo un local conoce.
Casi me tropiezo con los adoquines—la primera lección en Bairro Alto: no hay que tener prisa. Las calles vibraban, no con ruido, sino con ese zumbido constante de ventanas abiertas y copas que tintinean. Nuestra guía, Marta, nos invitó a entrar en un bar diminuto con el techo bajo, donde la tabla de quesos venía acompañada de chouriço y algo burbujeante que llamó “vino verde”. Intenté decir “vinho verde” bien, pero Marta sonrió y me corrigió con cariño. El aire olía a salchicha a la parrilla y madera vieja. Era a la vez nuevo y antiguo.
Andábamos en grupo, parando donde Marta parecía conocer a alguien (que era en casi todos lados). En un lugar nos sirvieron judías verdes fritas — peixinhos da horta — crujientes por fuera y tiernas por dentro. No esperaba que me gustaran tanto. Alguien derramó un poco de vino tinto sobre la mesa y a nadie le importó; todos se rieron y siguieron hablando de los poetas antiguos de Lisboa que solían frecuentar estos bares. También hubo sopa de pescado, humeante, acompañada de arroz de pato con sabor intenso pero nada pesado. Pensé que ya era más comida que la cena que suelo tomar en casa.
La última parada fue más tranquila, casi escondida tras una puerta azul. Llegó el pastel de nata caliente, espolvoreado con canela, acompañado de una copa de oporto dulce pero con un toque final afilado. Nos quedamos más tiempo de lo previsto—quizá porque nadie quería irse o porque parecía que habíamos entrado en un recuerdo ajeno por un rato. Al salir al aire fresco de la noche, después de tanta comida y vino, me sorprendí sonriendo sin razón. A veces simplemente te sientes afortunado de estar en un lugar auténtico.
El tour dura aproximadamente 3 horas en total.
Sí, incluye cinco bebidas alcohólicas junto con las degustaciones de comida.
El tour puede adaptarse para vegetarianos o personas sin gluten (no celíacos), aunque no todos los lugares ofrecen alternativas.
No incluye recogida en hotel; hay opciones de transporte público cerca.
El tour está muy enfocado en el vino; puede no ser adecuado para niños o personas que evitan el alcohol.
Es un tour a pie por Bairro Alto; los participantes deben sentirse cómodos caminando por calles irregulares.
Tu noche incluye un guía local que habla inglés y te llevará a cuatro paradas para degustar en Bairro Alto—espera siete o más platos diferentes de petiscos y cinco bebidas alcohólicas portuguesas (como vinho verde y oporto). Todas las degustaciones están incluidas antes de terminar juntos en el centro de Lisboa.
¿Necesitas ayuda para planear tu próxima actividad?