Navega por la costa oeste de Santa Lucía en un amplio catamarán con barra libre y snacks incluidos. Observa el legendario destello verde mientras el atardecer tiñe de colores Pigeon Island, copa de champán en mano. La brisa, la música, las risas — todo aquí se siente natural. Recogida y regreso al hotel para que solo te preocupes por disfrutar.
“¿Alguna vez han visto ese destello verde?” Así nos preguntó el capitán mientras salíamos de la Marina de Rodney Bay, y para ser sincero pensé que bromeaba — pero todos en el barco miraban al horizonte como si fuera un secreto especial. El catamarán era más grande de lo que esperaba, con la cantidad justa de gente para que el ambiente fuera animado pero sin agobios. En el aire se mezclaba ese aroma a sal y dulce, junto con alguna fruta que le pusieron a mi primer trago (nunca logré descubrir cuál). Pasamos cerca de Pigeon Island temprano — uno de los tripulantes señaló su silueta y contó historias de piratas, aunque yo no podía dejar de distraerme con el reggae suave de fondo.
Había olvidado lo rápido que se oculta el sol aquí. Un momento estás entrecerrando los ojos mirando el agua, y al siguiente alguien te pasa una copa de champán y todo se vuelve naranja y dorado. La gente empezó a juntarse en un lado, riendo y apostando quién vería primero ese “famoso” destello verde. Creo que me lo perdí (si es que apareció), pero la verdad no me importó — había una sensación de calma en el barco, como si nadie tuviera prisa salvo por pedir otro snack o rellenar su copa en la barra libre. El equipo se movía con discreción sirviendo bebidas; en un momento Li intentó enseñarme un poco de Kweyol y terminamos riéndonos porque arruiné todas las palabras.
Es curioso cómo se escapan dos horas cuando simplemente flotas con desconocidos que poco a poco se vuelven amigos. La música cambió de ritmos locales a algo más suave mientras regresábamos a Rodney Bay. Alguien comentó que aún sentía la sal en los labios — yo también. Incluso ahora, al recordar esa luz que se apaga detrás de Pigeon Island, me dan ganas de más tardes así. Quizá la próxima vez sí vea ese destello verde… o quizá no.
El crucero dura aproximadamente 2 horas.
Sí, se incluye recogida y regreso para huéspedes que se alojan en el norte.
Sí, hay barra libre y una copa de champán incluida.
El tour parte desde la Marina de Rodney Bay en Santa Lucía.
Sí, se navega cerca de Pigeon Island al salir de Rodney Bay.
Sí, se sirven refrescos y snacks ligeros durante el recorrido.
Sí, los niños pueden participar si van acompañados; los bebés pueden ir en cochecito o carriola.
Se utilizan catamaranes espaciosos para mayor comodidad y estabilidad.
Tu experiencia incluye recogida y regreso al hotel si te alojas en el norte de Santa Lucía, barra libre con bebidas ilimitadas, una copa de champán para brindar al atardecer, snacks ligeros y refrescos durante las dos horas de navegación en catamarán pasando por Pigeon Island antes de volver a la Marina de Rodney Bay.
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